Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Baruc 6, 56-61

56 ¿Cómo pues, admitir o creer que son dioses?

57 Ni de ladrones y salteadores pueden defenderse estos dioses de madera,
plateados y dorados; aquéllos, más fuertes que ellos, les quitan el oro, la
plata y


la vestimenta que los recubre, y se van con ello, sin que los
dioses puedan
socorrerse a sí mismos.

58 De modo que es mucho mejor ser un rey que ostenda su poder, o
un
utensilio provechoso en una casa, del cual se sirve su dueño, que no estos
falsos
dioses; o una puerta en una casa, que guarda cuanto hay dentro de ella, que no
estos falsos dioses; o bien un poste de madera en un palacio, que no estos
falsos
dioses.

59 El sol, la luna y las estrellas, que brillan y tienen una
misión, son
obedientes:

60 igualmente el relámpago, cuando aparece, es bien visible; asimismo el
viento sopla en todo país;

61 las nubes, cuando reciben de Dios la orden de recorrer toda la tierra, la
ejecutan al punto; y el fuego, enviado de lo alto a consumir montes y bosques,
hace lo que se le ha ordenado.