Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hageo 1

1 El año segundo del rey Darío, el día uno del sexto mes, fue dirigida
la palabra de Yahveh, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo
de
Sealtiel, gobernador de Judá, ya a Josué, hijo de Yehosadaq,
sumo
sacerdote, en estos términos:

2 Así dice Yahveh Sebaot: Este pueblo dice: «¡Todavía no ha llegado
el momento de reedificar la Casa de Yahveh!»

3 (Fue, pues, dirigida la palabra de Yahveh, por medio del profeta
Ageo, en estos términos:)

4 ¿Es acaso para vosotros el momento de habitar en vuestras casas
artesonadas, mientras esta Casa está en ruinas?


5 Ahora pues, así dice Yahveh Sebaot: Aplicad vuestro corazón a
vuestros caminos.

6 Habéis sembrado mucho, pero cosecha poca; habéis comido, pero
sin quitar el hambre; habéis bebido, pero sin quitar la sed; os
habéis
vestido, mas sin calentaros, y el jornalero ha metido su jornal en bolsa rota.

7 Así dice Yahveh Sebaot: Aplicad vuestro corazón a vuestros
caminos.

8 Subid a la montaña, traed madera, reedificad la Casa, y yo la
aceptaré gustoso y me sentiré honrado, dice Yahveh.

9 Esperabais mucho, y bien poco es lo que hay. Y lo que metisteis en
casa lo aventé yo. ¿Por qué? - oráculo de Yahveh Sebaot - porque mi Casa
está en ruinas, mientras que vosotros vais aprisa cada uno a vuestra casa.

10 Por eso, por culpa vuestra, los cielos han negado la lluvia y la tierra
ha negado su producto.

11 Yo he llamado a la sequía sobre la tierra y sobre los montes, sobre
el trigo, el mosto y el aceite, sobre todo lo que produce el suelo, sobre los
hombres y el ganado, y sobre todo trabajo de manos.

12 Zorobabel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Yehosadaq, sumo
sacerdote, y todo el Resto del pueblo escucharon la voz de Yahveh, su Dios,
y las palabras del profeta Ageo, según la misión que Yahveh su Dios
le
había encomendado, y temió el pueblo delante de Yahveh.

13 Entonces Ageo, el mensajero de Yahveh, habló así al pueblo, en
virtud del mensaje de Yahveh: «Yo estoy con vosotros, oráculo
de
Yahveh.»

14 Y movió Yahveh el espíritu de Zorobabel, hijo de
Sealtiel,
gobernador de Judá, el espíritu de Josué, hijo de Yehosadaq,
sumo
sacerdote, y el espíritu de todo el Resto del pueblo. Y
vinieron y
emprendieron la obra en la Casa de Yahveh Sebaot, su Dios.

15 Era el día veinticuatro del sexto mes.

Hageo 2

1 El año segundo del rey Darío, el día veintiuno del séptimo mes, fue
dirigida la palabra de Yahveh, por medio del profeta Ageo, en estos
términos:

2 Habla ahora a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a
Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, y di:

3 ¿Quién queda entre vosotros que haya visto esta Casa en su primer
esplendor? Y ¿qué es lo que veis ahora? ¿No es como nada a vuestros ojos?

4 ¡Mas ahora, ten ánimo, Zorobabel, oráculo de Yahveh; ánimo,
Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, ánimo, pueblo todo de la tierra!,
oráculo de Yahveh. ¡A la obra, que estoy yo con vosotros - oráculo
de
Yahveh Sebaot -

5 según la palabra que pacté con vosotros a vuestra salida de Egipto, y
en medio de vosotros se mantiene mi Espíritu: no temáis!

6 Pues así dice Yahveh Sebaot: Dentro de muy poco tiempo sacudiré
yo los cielos y la tierra, el mar y el suelo firme,


7 sacudiré todas las naciones; vendrán entonces los tesoros de todas
las naciones, y yo llenaré de gloria esta Casa, dice Yahveh Sebaot.

8 ¡Mía es la plata y mío el oro! oráculo de Yahveh Sebaot.

9 Grande será la gloria de esta Casa, la de la segunda mayor que la de
la primera, dice Yahveh Sebaot, y en este lugar daré yo paz,
oráculo de
Yahveh Sebaot.

10 El día veinticuatro del noveno mes, el año segundo de Darío, fue
dirigida la palabra de Yahveh al profeta Ageo en estos términos:

11 Así dice Yahveh Sebaot: Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley.

Di:

12 «Si alguien lleva carne sagrada en el halda de su vestido, y toca con

su halda pan, guiso, vino, aceite o cualquier otra comida, ¿quedará
ésta
santificada?» Respondieron los sacerdotes y dijeron: «No.»

13 Continuó Ageo: «Si alguien, que se ha hecho impuro por el
contacto de un cadáver, toca alguna de esas cosas, ¿ queda ella
impura?»
Respondieron los sacerdotes y dijeron: «Sí, queda impura.»

14 Entonces Ageo tomó la palabra y dijo: «Así es este pueblo, así esta
nación delante de mí, oráculo de Yahveh, así toda la labor de sus manos y
lo que ofrecen aquí: ¡impuro es!»

15 Y ahora aplicad bien vuestro corazón, desde este día en adelante:
antes de poner piedra sobre piedra en el Templo de Yahveh,

16 ¿qué era de vosotros? Se venía a un montón de veinte medidas y no
había más que diez; se venía a la cava para sacar cincuenta cántaros y no
había más que veinte.

17 Yo os herí con tizón, con añublo y con granizo en toda labor de
vuestras manos, y ninguno de vosotros se volvió a mí, oráculo de Yahveh.

18 Aplicad, pues, vuestro corazón, desde este día en adelante (desde el
día veinticuatro del noveno mes, día en que se echaron los cimientos
al
Templo de Yahveh, aplicad vuestro corazón):

19 ¿hay ahora grano en el granero? Pues si ni la vid ni la higuera ni el
granado ni el olivo producían fruto, desde este día yo daré bendición.

20 La palabra de Yahveh fue dirigida por segunda vez a Ageo, el día
veinticuatro del mes, en estos términos:

21 Habla a Zorobabel, gobernador de Judá y di: Yo voy a sacudir los
cielos y la tierra.

22 Daré vuelta a los tronos de los reinos y destruiré el poder de
los
reinos de las naciones, daré vuelta al carro y a los que montan en él, y serán
abatidos caballos y caballeros cada uno por la espada de su hermano.

23 Aquel día - oráculo de Yahveh Sebaot - te tomaré a ti, Zorobabel,
hijo de Sealtiel, siervo mío - oráculo de Yahveh - y te pondré como anillo
de sello, porque a ti te he elegido, oráculo de Yahveh Sebaot.