Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Levítico 1

1 Yahveh llamó a Moisés y le habló así desde la Tienda
del
Encuentro:

2 Habla a los israelitas y diles: Cuando alguno de vosotros presente a
Yahveh una ofrenda, podréis hacer vuestras ofrendas de ganado, mayor o
menor.

3 Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor ofrecerá un macho
sin defecto; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del Encuentro, para que sea
grato ante Yahveh.

4 Impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y le será aceptada
para que le sirva de expiación.

5 Inmolará el novillo ante Yahveh; los hijos de Aarón, los sacerdotes,
ofrecerán la sangre y la derramarán alrededor del altar situado a la entrada
de la Tienda del Encuentro.

6 Desollará después la víctima y la descuartizará;

7 los hijos de Aarón, los sacerdotes, pondrán fuego sobre el altar y
colocarán leña sobre el fuego;

8 luego, los hijos de Aarón, los sacerdotes, dispondrán las porciones,
la cabeza y el sebo, encima de la leña colocada sobre el fuego del altar.

9 El lavará con agua las entrañas y las patas y el sacerdote lo quemará
todo en el altar. Es un holocausto, un manjar abrasado de calmante aroma
par Yahveh.


10 Si su ofrenda es de ganado menor, de corderos o cabras, para
holocausto, ofrecerá un macho sin defecto.

11 Lo inmolará al lado septentrional del altar ante Yahveh, y los hijos
de Aarón los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar.

12 Luego, lo despedazará en porciones, y el sacerdote las dispondrá,
con la cabeza y el sebo, encima de la leña colocada sobre el fuego del altar.

13 Lavará él con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo
ofrecerá todo y lo quemará en el altar. Es un holocausto, un manjar
abrasado de calmante aroma para Yahveh.

14 Si su ofrenda a Yahveh es un holocausto de aves, presentará como
ofrenda tórtolas o pichones.

15 El sacerdote la ofrecerá en el altar, descervigará su cabeza y la
quemará en el altar; su sangre será exprimida contra la pared del altar.

16 Quitará entonces el buche con las plumas y los arrojará al lado
oriental del altar, al lugar donde se echan las cenizas.

17 Abrirá el ave entre las alas, sin llegar a partirla; y la quemará en el
altar, encima de la leña colocado sobre el fuego. Es un holocausto,
un
manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.

Levítico 2

1 Cuando alguien ofrezca a Yahveh una oblación, su ofrenda
consistirá en flor de harina, sobre la que derramará aceite y pondrá incienso.
2 La llevará a los hijos de Aarón, a los sacerdotes; tomará un puñado

de la harina con aceite y todo el incienso; el sacerdote lo quemará en el altar
como memorial, manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.

3 El resto de la oblación será para Aarón y para sus hijos, como
porción sacratísima del manjar abrasado para Yahveh.

4 Cuando ofrezcas una oblación de pasta cocida al horno, será de flor
de harina en panes ázimos amasados con aceite, o en tortas ázimas untadas
en aceite.

5 Si tu ofrenda es una oblación preparada en la chapa, ha de ser de flor
de harina, amasada con aceite, sin levadura.

6 La partirás en trozos y encima derramarás aceite. Es una oblación.

7 Si tu ofrenda es una oblación preparada en cazuela, se hará de flor
de harina con aceite.

8 La oblación que ha sido preparada con estas cosas, se la llevarás a
Yahveh. Será presentada al sacerdote, quien la llevará al altar.

9 El sacerdote reservará parte de la oblación como memorial y lo
quemará en el altar, como manjar abrasado de calmante aroma para
Yahveh.

10 El resto de la oblación será para Aarón y para sus hijos, como
porción sacratísima del manjar abrasado de Yahveh.

11 Toda la oblación que ofrezcáis a Yahveh será preparada sin
levadura, pues ni de fermento ni de miel quemaréis nada como manjar
abrasado para Yahveh.


12 Sí que los podréis ofrecer como ofrenda de primicias, pero no
subirán al altar como sacrificio de calmante aroma.

13 Sazonarás con sal toda oblación que ofrezcas; en ninguna de tus
oblaciones permitirás que falte nunca la sal de la alianza de tu
Dios; en
todas tus ofrendas ofrecerás sal.

14 Si ofreces a Yahveh una oblación de primicias ofrecerás, como
oblación de tus primicias, espigas tostadas al fuego o grano tierno majado.

15 Derramarás sobre ella aceite y le echarás además incienso; es una
oblación.

16 El sacerdote quemará, como memorial de la misma, parte del grano
majado y del aceite, con todo el incienso, como manjar abrasado para
Yahveh.

Levítico 3

1 Si su ofrenda es un sacrificio de comunión, si lo que ofrece es
vacuno, macho o hembra, ofrecerá ante Yahveh una res sin defecto.

2 Impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará en la
entrada de la Tienda del Encuentro. Luego los hijos de
Aarón, los
sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar.

3 El ofrecerá parte del sacrificio de comunión como manjar abrasado
para Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay
sobre las
mismas;

4 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.

5 Los hijos de Aarón lo quemarán en el altar encima del holocausto
que está sobre la leña, que está encima del fuego. Será un manjar abrasado
de calmante aroma para Yahveh.

6 Si su ofrenda de sacrificio de comunión para Yahveh es de ganado
menor, macho o hembra, ofrecerá una res sin defecto.

7 Si ofrece como ofrenda un cordero, lo presentará ante Yahveh,

8 impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará ante
la Tienda del Encuentro; los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor
del altar.

9 El ofrecerá, de este sacrificio de comunión, el sebo, como manjar
abrasado para Yahveh: el rabo entero que se cortará desde la rabadilla; el
sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;

10 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.

11 El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar
abrasado para Yahveh.

12 Si su ofrenda consiste en una cabra, la presentará ante Yahveh,

13 impondrá la mano sobre su cabeza y la inmolará ante la Tienda del
Encuentro; los hijos de Aarón derramarán su sangre alrededor del altar.

14 Presentará de ella como ofrenda suya, manjar abrasado para
Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;


15 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.

16 El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar
abrasado de calmante aroma para Yahveh. Toda la grasa perpetua de
generación en generación, dondequiera que habitéis: no comeréis nada de
grasa ni de sangre.

Levítico 4

1 Yahveh habló así a Moisés:

2 Habla a los israelitas y diles: Si alguien peca por inadvertencia
contra cualquiera de los mandamientos de Yahveh sobre lo que no se debe
hacer y comete una de estas acciones prohibidas:

3 Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo culpable al pueblo,
entonces ofrecerá a Yahveh por el pecado que ha cometido un novillo sin
defecto, como sacrificio por el pecado.

4 Llevará el novillo a la entrada de la tienda del Encuentro ante
Yahveh, impondrá la mano sobre la cabeza del novillo y lo inmolará ante
Yahveh.

5 El sacerdote ungido tomará parte de la sangre del novillo y la llevará
a la Tienda del Encuentro.

6 El sacerdote mojará su dedo en la sangre y rociará con ella siete
veces ante Yahveh frente al velo del Santuario.

7 El sacerdote pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar del
incienso aromático ante Yahveh en la Tienda del Encuentro, y verterá toda
la sangre del novillo al pie del altar de los holocaustos que se encuentra a la
entrada de la Tienda del Encuentro.

8 De todo el sebo del novillo sacrificado por el pecado, reservará el
sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;

9 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones, -

10 todo como lo reservado del novillo del sacrificio de comunión - y
el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos.

11 La piel del novillo, toda su carne, con su cabeza y sus patas, sus
entrañas con los excrementos,

12 el novillo entero, lo sacará fuera del campamento, a un lugar puro,
al vertedero de las cenizas. Lo quemará con fuego de leña; será quemado en
el vertedero de las cenizas.

13 Si toda la comunidad de Israel peca por inadvertencia, haciendo
cualquiera de las cosas prohibidas por los mandamientos de Yahveh,
haciéndose así culpable, quedando el hecho oculto a los ojos
de la
asamblea;

14 en cuanto llegue a saberse el pecado cometido en ella, la asamblea
ofrecerá un novillo en sacrificio por el pecado. Lo llevarán ante la Tienda
del Encuentro;

15 los ancianos de la comunidad impondrán las manos sobre la cabeza
del novillo ante Yahveh y se inmolará el novillo ante Yahveh.


16 Luego, el sacerdote ungido llevará parte de la sangre del novillo a
la Tienda del Encuentro;

17 el sacerdote mojará su dedo en la sangre y rociará siete veces ante
Yahveh frente al velo.

18 Pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar que se halla ante
Yahveh en la Tienda del Encuentro, y derramará el resto de la sangre al pie
del altar de los holocaustos, situado a la entrada de la Tienda del Encuentro.

19 Reservará todo el sebo del novillo y lo quemará en el altar,

20 haciendo con este novillo como con el novillo del sacrificio por el
pecado. Lo mismo hará con él. Así el sacerdote hará expiación por ellos y
se les perdonará.

21 Sacará el novillo fuera del campamento y lo quemará como el
novillo anterior. Este es el sacrificio por el pecado de la asamblea.

22 Si es un príncipe el que ha pecado, haciendo por inadvertencia
cualquiera de las cosas prohibidas por los mandamientos de Yahveh su
Dios, haciéndose así culpable;

23 si se le advierte del pecado cometido, llevará como ofrenda un
macho cabrío sin defecto.

24 Impondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío y lo inmolará
en el lugar donde se inmola el holocausto ante Yahveh. Es un sacrificio por
el pecado.

25 El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima, untará los
cuernos del altar de los holocaustos y derramará la sangre al pie del altar de
los holocaustos.

26 Quemará todo el sebo en el altar como el sebo del sacrificio de
comunión. El sacerdote hará así la expiación por él, por su pecado, y se le
perdonará.

27 Si uno cualquiera del pueblo de la tierra peca por inadvertencia
haciendo algo prohibido por los mandamientos de Yahveh, haciéndose así
culpable;

28 si se le advierte del pecado cometido, presentará como ofrenda por
el pecado cometido una cabra sin defecto.

29 Impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará en el
mismo lugar de los holocaustos.

30 El sacerdote mojará su dedo en la sangre, untará los cuernos del
altar de los holocaustos, y derramará toda la sangre al pie del altar.

31 Separará todo el sebo de la víctima, como se separa el sebo de un
sacrificio de comunión, y el sacerdote lo quemará en el altar como calmante
aroma para Yahveh. El sacerdote hará así expiación por él y
se le
perdonará.

32 Si lleva un cordero como ofrenda suya por el pecado, sea lo que
lleve una hembra sin defecto;

33 impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará
como sacrificio por el pecado en el lugar donde se inmola el holocausto.


34 El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima y untará los
cuernos del altar de los holocaustos, y derramará toda la sangre al pie del
mismo altar.

35 Separará todo el sebo de la víctima, como se separa el sebo del
cordero del sacrificio de comunión, y el sacerdote lo quemará en el
altar,
junto con los manjares abrasados de Yahveh. El sacerdote hará
expiación
por él, por el pecado cometido, y se le perdonará.

Levítico 5

1 Si alguien peca en uno de estos casos: Uno ha oído la fórmula
conjuratoria, y es testigo, porque lo ha visto u oído, y no lo
declara y se
carga así con su iniquidad;

2 o bien, uno toca cualquier cosa impura, sea el cadáver de una fiera
impura, o el de ganado impuro o el de un bicho impuro, y, aun sin
darse
cuenta, se hace así él mismo impuro y culpable;

3 o bien, uno toca cualquiera de las inmundicias humanas con que
puede contaminarse, sin darse cuenta; y, saberlo, se hace culpable;

4 o bien, uno pronuncia con los labios sin darse cuenta un juramento
favorable o desfavorable, en cualquiera de las cosas que el hombre
suele
jurar y, al saberlo, se hace culpable de ello;

5 el que es culpable en uno de estos casos confesará aquello en que ha
pecado,

6 y como sacrificio de reparación por el pecado cometido, llevará a
Yahveh una hembra de ganado menor, oveja o cabra, como sacrificio por el
pecado. Y el sacerdote hará por él expiación de su pecado.

7 Cuando sus recursos no alcancen para una res menor, presentará a
Yahveh, como sacrificio de reparación por su pecado, dos tórtolas o
dos
pichones, uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto.

8 Los llevará al sacerdote, quien ofrecerá primero el que se destina al
sacrificio por el pecado. Con las uñas descervigará la cabeza junto a la nuca
sin arrancarla.

9 Rociará con sangre de la víctima el lateral del altar, y el resto de la
sangre será exprimida al pie del altar. Es un sacrificio por el pecado.

10 Con el segundo hará un holocausto, conforme a la norma. El
sacerdote le hará así expiación por el pecado cometido y le será perdonado.

11 Si no le alcanza para dos tórtolas o dos pichones, presentará, como
ofrenda suya por haber pecado, una décima de medida de flor de
harina
como sacrificio por el pecado. No añadirá aceite, ni echará sobre
ella
incienso, porque es sacrificio por el pecado.

12 La llevará al sacerdote; y el sacerdote, tomando de ella un puñado
como memorial, lo quemará en el altar, junto con los manjares que se
abrasan para Yahveh. Es un sacrificio por el pecado.

13 El sacerdote hará expiación por él, a causa del pecado que cometió
en cualquiera de aquellos casos, y se le perdonará. El sacerdote tendrá su
parte como en la oblación.

14 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:


15 Si alguien comete una prevaricación pecando por inadvertencia
contra los derechos sagrados de Yahveh, ofrecerá a Yahveh,
como
sacrificio de reparación, un carnero del rebaño, sin defecto, valorado
en
siclos de plata, en siclos del Santuario, como sacrificio de reparación.

16 Resarcirá lo que defraudó pecando contra los derechos sagrados, y
añadirá un quinto más, y se lo dará al sacerdote. El sacerdote hará por él la
expiación con el carnero del sacrificio de reparación; y se le perdonará.

17 Si alguien peca sin darse cuenta, haciendo algo prohibido por los
mandamientos de Yahveh, se hace culpable y cargará con su iniquidad.

18 Llevará al sacerdote, como sacrificio de reparación, un carnero del
rebaño, sin defecto, según su valoración; y el sacerdote hará expiación por
él a causa del error que cometió sin darse cuenta, y se le perdonará.

19 Es un sacrificio de reparación, pues era ciertamente culpable ante
Yahveh.

20 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

21 Si uno peca y comete una prevaricación contra Yahveh engañando
a su prójimo acerca de un depósito o de un objeto confiado a sus manos, o
de algo robado, o bien oprimiendo a su prójimo violentamente,

22 o si halla un objeto perdido y lo niega, o jura en falso
acerca de
cualquiera de las cosas en que el hombre suele pecar;

23 cuando así peca, haciéndose culpable, devolverá lo robado, o lo
exigido con violencia, o el depósito que se le confió, o la cosa perdida que
halló,

24 o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Lo
restituirá
íntegramente, añadiendo un quinto más, y lo devolverá a quien lo poseía en
el día en que se hizo culpable.

25 Entregará para Yahveh su sacrificio de reparación: un carnero del
rebaño, sin defecto, según su valoración, como sacrificio de reparación ante
el sacerdote.

26 El sacerdote hará por él la expiación delante de Yahveh, y será
perdonado en cualquiera de los casos en que fuera culpable.

Levítico 6

1 Habló así Yahveh a Moisés:

2 Da esta orden a Aarón y a sus hijos: Esta es la ley del holocausto.
(Este es el holocausto que estará sobre el fuego encendido, sobre el altar,
toda la noche hasta la mañana, y que el fuego del altar
mantendrá
encendido.)

3 El sacerdote se vestirá su túnica de lino y cubrirá su cuerpo con
calzones de lino. Sacará las cenizas a que el fuego haya reducido las grasas
del holocausto sobre el altar y las depositará junto al altar.

4 Después se quitará los vestidos y se pondrá otros para llevar las
cenizas fuera del campamento a un lugar puro.

5 Arderá el fuego sobre el altar sin apagarse; el sacerdote
lo
alimentará con leña todas las mañanas, colocará encima el holocausto y
sobre él quemará el sebo de los sacrificios de comunión.


6 Fuego permanente arderá sobre el altar sin apagarse.

7 Esta es la ley de la oblación: Los hijos de Aarón la presentarán
delante de Yahveh, frente al altar;

8 uno de ellos tomará de la oblación un puñado de flor de harina (con
su aceite, y todo el incienso que se añade a la oblación), y lo quemará en el
altar, en memorial, como calmante aroma para Yahveh.

9 Aarón y sus hijos comerán lo que quede de ella; debe comerse sin
levadura, en lugar santo. Han de comerlo en el atrio de la Tienda
del
Encuentro.

10 No se la cocerá con levadura: es la porción que yo les doy de los
manjares que se abrasan para mí. Es cosa sacratísima, como el sacrificio por
el pecado y como el sacrificio de reparación.

11 Todos los varones de los hijos de Aarón podrán comer de ello. Es
ley perpetua para vuestros descendientes, relativa a los manjares que
se
abrasan para Yahveh. Todo cuanto los toque quedará consagrado.

12 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

13 Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos ofrecerán a Yahveh el día
de su unción: una décima de medida de flor de harina, como oblación
perpetua, la mitad por la mañana, y la mitad por la tarde.

14 Será preparada con aceite en la sartén; la ofrecerás bien frita y la
presentarás partida en trozos como una oblación, como calmante aroma
para Yahveh.

15 También la ofrecerá el sacerdote ungido que le suceda de entre sus
hijos. Es decreto perpetuo. La oblación será totalmente quemada para
Yahveh.

16 Cualquier oblación de sacerdote será total; no se podrá comer.
17 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

18 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Esta es la ley del sacrificio por
el pecado: En el lugar donde se inmola el holocausto, delante de Yahveh,
será inmolada también la víctima por el pecado. Es cosa sacratísima.

19 La comerá el sacerdote que ofrece la víctima por el pecado. Será
comida en lugar santo, en el atrio de la Tienda del Encuentro.

20 Todo cuanto toque esta carne quedará consagrado y, si su sangre
salpica los vestidos, lavarás en lugar santo la parte salpicada.

21 La vasija de barro en que haya sido cocida se romperá; y si ha sido
cocida en vasija de bronce, ésta se fregará y lavará con agua.

22 Todos los varones de entre los sacerdotes podrán comer de ella. Es
cosa sacratísima.

23 Pero no se comerá ninguna víctima ofrecida por el pecado, cuya
sangre haya sido introducida en la Tienda del Encuentro para hacer la
expiación en el Santuario: será consumida por el fuego.

Levítico 7

1 Esta es la ley del sacrificio de reparación: Es cosa sacratísima.

2 En el lugar donde inmolan el holocausto inmolarán la víctima de
reparación, y su sangre se derramará sobre todos los lados del altar.


3 Se ofrecerá todo el sebo de la víctima: el rabo y el sebo que cubre
las entrañas;

4 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el resto
que cubre el hígado; se quitará todo este sebo junto con los riñones.

5 El sacerdote lo quemará sobre el altar como manjar abrasado para
Yahveh. Es un sacrificio de reparación.

6 Podrán comerlo todos los varones de entre los sacerdotes; se comerá
en lugar sagrado. Es cosa sacratísima.

7 El sacrificio por el pecado es como el sacrifico de reparación: tienen
la misma ley. La víctima pertenece al sacerdote que hace la expiación con
ella.

8 El sacerdote que ofrece el holocausto de una persona se quedará con
la piel de la víctima que le han ofrecido.

9 También toda oblación cocida al horno y toda la preparada en
cazuela o en sartén pertenece al sacerdote que la ofrece;

10 pero toda oblación amasada con aceite, o seca, se dará a todos los
hijos de Aarón, en porciones iguales.

11 Esta es la ley del sacrificio de comunión que se ofrece a Yahveh:
12 Si se ofrece en alabanza, se ofrecerán, juntamente con el sacrificio

de alabanza, panes ázimos amasados con aceite, tortas ázimas untadas
de
aceite y tortas de flor de harina amasadas con aceite.

13 Se añadirá esta ofrenda a las tortas de pan fermentado y al
sacrificio de comunión en alabanza.

14 Se reservará una pieza de cada clase como ofrenda reservada a
Yahveh y corresponderá al sacerdote que derrama la sangre del sacrificio de
comunión.

15 La carne del sacrificio de comunión en alabanza se comerá el
mismo día de su ofrecimiento, sin dejar nada de ella para la
mañana
siguiente.

16 Si se ofrece la víctima en cumplimiento de un voto, o como
ofrenda voluntaria, se comerá el mismo día en que ha sido ofrecida,
y lo
que sobre deberá comerse al día siguiente.

17 Pero el tercer día será quemado lo que quede de la carne de la
víctima.

18 Si se come la carne de un sacrificio de comunión al tercer día, no
obtendrá favor el oferente del mismo; no se le tendrá en cuenta.
Será
abominación. Y quien coma de ella, cargará con su iniquidad.

19 No podrá comerse la carne que haya tocado cualquier cosa impura;
será consumida por el fuego. Toda persona pura podrá comer la carne.

20 Pero quien, en estado de impureza, coma carne del sacrificio de
comunión presentado a Yahveh, ése será exterminado de su parentela.

21 Si alguien toca cualquier cosa inmunda, sea inmundicia de hombre,
o de animal, o cualquier otra abominación impura y luego come de la carne
del sacrificio de comunión ofrecido a Yahveh, será exterminado de su
parentela.

22 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:


23 Habla a los israelitas y diles: No comeréis sebo de buey, ni de
cordero ni de cabra.

24 El sebo de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier
uso, pero en modo alguno lo comeréis.

25 Porque todo aquel que coma sebo de animal del que suele ofrecerse
manjar abrasado a Yahveh, será exterminado de su parentela.

26 Tampoco comeréis sangre, ni de ave ni de animal, en ninguno de
los lugares en que habitaréis.

27 Todo el que coma cualquier clase de sangre, ése será exterminado
de su parentela.

28 Yahveh habló a Moisés, diciendo:

29 Habla a los israelitas y diles: Quien ofrezca a Yahveh un sacrificio
de comunión, presente a Yahveh una porción de su sacrificio.

30 Con sus propias manos llevará los manjares que se abrasarán para
Yahveh: él mismo presentará el sebo y el pecho; el pecho para
mecerlo
como ofrenda mecida ante Yahveh.

31 El sacerdote quemará el sebo sobre el altar; el pecho será para
Aarón y sus hijos.

32 Daréis también al sacerdote, como ofrenda reservada, la pierna
derecha de vuestros sacrificios de comunión.

33 Esta pierna derecha pertenecerá a aquel de los hijos de Aarón que
haya ofrecido la sangre y el sebo de los sacrificios de comunión.

34 Pues yo sustraigo a los israelitas, de sus sacrificios de comunión, el
pecho mecido y la pierna reservada para dárselos al sacerdote Aarón y a sus
hijos, por decreto perpetuo entre los israelitas.

35 Esta es la porción de Aarón y la porción de sus hijos, en los
manjares que se abrasan en honor de Yahveh, desde el día en que
los
presentó para ejercer el sacerdocio de Yahveh.

36 Esto mandó Yahveh que los israelitas les dieran el día en que los
ungió, como decreto perpetuo de generación en generación.

37 Esta es la ley del holocausto, de la oblación, del sacrificio por el
pecado, del sacrificio de reparación, del sacrificio de investidura y
del
sacrificio de comunión,

38 que Yahveh prescribió a Moisés en el monte Sinaí, el día en que
mandó a los israelitas que presentaran sus ofrendas a Yahveh en el desierto
del Sinaí.

Levítico 8

1 Yahveh habló así a Moisés:

2 «Toma a Aarón y con él a sus hijos, y también las vestiduras, el óleo
de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y el
canastillo de los ázimos;

3 y congrega a toda la comunidad a la entrada de la Tienda del
Encuentro.»

4 Moisés hizo como Yahveh le había mandado, y se congregó la
comunidad a la entrada de la Tienda del Encuentro.


5 Moisés dijo a la comunidad: «Esto es lo que Yahveh ha ordenado
hacer.»

6 Moisés mandó entonces que Aarón y sus hijos se acercaran y los
lavó con agua.

7 Puso sobre Aarón la túnica y se la ciñó con la faja; lo vistió con el
manto y poniéndole encima el efod, se lo ciñó atándoselo con la cinta del
efod.

8 Luego, le impuso el pectoral en el que depositó el Urim y el
Tummim.

9 Colocó también la tiara sobre su cabeza y puso en su parte delantera
la lámina de oro, la diadema santa, como Yahveh había mandado a Moisés.

10 Después Moisés tomó el óleo de la unción y ungió la Morada con
todas las cosas que contenía para consagrarlas.

11 Roció con él por siete veces el altar y ungió el altar con todos su
utensilios, así como la pila con su base, para consagrarlos.

12 Y derramando óleo de la unción sobre la cabeza de Aarón, lo ungió
para consagrarlo.

13 Luego Moisés mandó que se acercaran los hijos de Aarón; los
vistió con las túnicas, les ciñó la faja y les puso las mitras, como Yahveh
había mandado a Moisés.

14 Después hizo traer el novillo para el sacrificio por el pecado, y
Aarón y sus hijos impusieron las manos sobre la cabeza del novillo, víctima
por el pecado.

15 Moisés lo inmoló. Tomó la sangre y mojó con su dedo los cuernos
del altar, todo en derredor, para purificarlo. Después derramó la sangre al
pie del altar; de esta manera lo consagró haciendo por él la expiación.

16 Tomó luego todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto
al hígado, y los dos riñones con su sebo; y lo quemó Moisés sobre el altar.

17 Pero en cuanto a la piel, la carne y los excrementos del novillo, los
quemó fuera del campamento, como Yahveh había mandado a Moisés.

18 Después hizo traer el carnero del holocausto, sobre cuya cabeza
Aarón y sus hijos impusieron las manos.

19 Moisés lo inmoló y roció con la sangre todos los lados del altar.

20 El carnero fue partido en trozos y Moisés quemó la cabeza, los
trozos y el sebo;

21 después de lavar en agua las entrañas y las patas, Moisés quemó
todo el carnero en el altar, como holocausto de calmante aroma,
manjar
abrasado para Yahveh, como Yahveh había mandado a Moisés.

22 Hizo luego traer el segundo carnero, el carnero del sacrificio de la
investidura, y Aarón y sus hijos impusieron las manos sobre la cabeza del
carnero.

23 Moisés lo inmoló, y, tomando su sangre, mojó el lóbulo de la oreja
derecha de Aarón, el pulgar de su mano derecha de Aarón, el pulgar de su
mano derecha y el de su pie derecho.


24 Después Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón, les untó
con la sangre el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de su mano derecha y
el de su pie derecho; y derramó la sangre sobre el altar, todo en derredor.

25 Tomó luego el sebo: el rabo, todo el sebo que cubre las entrañas, el
que queda junto al hígado, los dos riñones con su sebo y la pierna derecha.

26 Sacó del canastillo de los ázimos que estaba ante Yahveh un pan
ázimo, una torta de pan amasada con aceite y otra torta untada, y las puso
sobre el sebo y sobre la pierna derecha.

27 Entregó todo esto en manos de Aarón y en manos de sus hijos
haciéndolo mecer como ofrenda mecida ante Yahveh.

28 Moisés lo recibió de sus manos y lo quemó en el altar, encima del
holocausto. Era el sacrificio de investidura, calmante aroma,
manjar
abrasado en honor de Yahveh.

29 Moisés tomó entonces el pecho y lo meció como ofrenda mecida
ante Yahveh; era ésta la porción del carnero de la investidura que pertenecía
a Moisés, como Yahveh se lo había mandado.

30 Después Moisés tomó óleo de la unción y sangre de la que había
encima del altar, roció a Aarón y sus vestiduras de sus hijos. Así consagró a
Aarón y sus vestiduras, así como a sus hijos y las vestiduras de sus hijos.

31 Moisés dijo a Aarón y a sus hijos: «Coced la carne a la entrada de
la Tienda del Encuentro y comedla allí mismo; comed también el pan del
canastillo de la investidura tal como lo he mandado diciendo: Aarón y sus
hijos lo comerán.

32 Quemaréis la carne sobrante y el pan.

33 Y no os apartaréis de la entrada de la Tienda del Encuentro por
espacio de siete días, hasta el día en que se cumplan los días de
vuestra
investidura; porque siete días durará vuestra investidura.

34 Yahveh mandó que se procediera como se ha procedido hoy para
hacer expiación por vosotros.

35 Así quedaréis siete días, día y noche, a la entrada de la Tienda del
Encuentro, guardando la norma de Yahveh para no morir, pues así me fue
ordenado.»

36 Aarón y sus hijos hicieron cuanto Yahveh había mandado por
medio de Moisés.

Levítico 9

1 El día octavo Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos
de Israel.

2 Dijo a Aarón: «Trae un becerro para el sacrificio por el pecado y un
carnero para el holocausto, ambos sin defecto, para ofrecerlos ante Yahveh.
3 Hablarás a los israelitas, diciendo: “Tomad un macho cabrío para el
sacrificio por el pecado y un becerro y un cordero, ambos de un año y sin

defecto, para el holocausto;

4 para los sacrificios de comunión, un toro y un carnero, que se
sacrificarán ante Yahveh; y una oblación amasada con aceite. Cierto que
hoy se os mostrará Yahveh.”»


5 Trajeron, pues, ante la Tienda del Encuentro lo que Moisés había
mandado; toda la comunidad se acercó y se mantuvo delante de Yahveh.

6 Dijo entonces Moisés: «Esto es lo que ha mandado Yahveh; hacedlo
y se os mostrará la gloria de Yahveh.»

7 Después Moisés dijo a Aarón: «Acércate al altar, ofrece tu sacrificio
por el pecado y tu holocausto, y haz la expiación por ti mismo y por tu casa;
presenta también la ofrenda del pueblo y haz la expiación por ellos, como
Yahveh lo ha prescrito.»

8 Acercóse, pues, Aarón al altar e inmoló el becerro del sacrificio por
su propio pecado.

9 Los hijos de Aarón le presentaron la sangre; y él, mojando su dedo
en la sangre, untó con ella los cuernos del altar y derramó la sangre al pie
del altar.

10 Luego quemó sobre el altar el sebo, los riñones y lo que queda
junto al hígado de la víctima por el pecado, como Yahveh había mandado a
Moisés;

11 pero quemó la carne y la piel fuera del campamento.

12 Después inmoló la víctima del holocausto y los hijos de Aarón le
presentaron la sangre, que derramó sobre todos los lados del altar.

13 Le presentaron la víctima del holocausto en trozos, juntamente con
la cabeza, y lo quemó todo sobre el altar.

14 Y habiendo lavado las entrañas y las patas, las quemó encima del
holocausto sobre el altar.

15 Después presentó la ofrenda del pueblo: tomó el macho cabrío
correspondiente al sacrificio por el pecado del pueblo, lo inmoló y
lo
sacrificó como el primero.

16 Ofreció el holocausto, haciéndolo según la norma.

17 Además presentó lo oblación. Tomando un puñado de ella, la
quemó en el altar encima del holocausto de la mañana.

18 Inmoló asimismo el toro y el carnero como sacrificio de comunión
por el pueblo. Los hijos de Aarón le entregaron la sangre, que él derramó
sobre todos los lados del altar.

19 En cuanto a las partes grasas del toro y del carnero, el rabo, el sebo
que cubre las entrañas, los riñones y lo que queda junto al hígado,

20 las puso sobre los pechos de las víctimas, y él las quemó sobre el

altar;

21 Aarón por su parte meció los pechos y la pierna derecha como

ofrenda mecida ante Yahveh conforme Moisés había mandado.

22 Entonces Aarón, alzando las manos hacia el pueblo, lo bendijo;
después de haber acabado el sacrificio por el pecado, el holocausto
y el
sacrificio de comunión, descendió.

23 Luego Moisés y Aarón entraron en la Tienda del Encuentro y,
cuando salieron, bendijeron al pueblo. La gloria de Yahveh se dejó ver de
todo el pueblo.


24 Salió fuego de la presencia de Yahveh que consumió el holocausto
y las partes grasas puestas sobre el altar. Todo el pueblo al verlo prorrumpió
en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.

Levítico 10

1 Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario,
pusieron fuego en ellos y, tras echar incienso encima, ofrecieron ante
Yahveh un fuego profano, que él no les había mandado.

2 Entonces salió de la presencia de Yahveh un fuego que los devoró, y
murieron delante de Yahveh.

3 Moisés dijo entonces a Aarón: «Esto es lo que Yahveh ha declarado
diciendo: Entre los cercanos a mí mostraré mi santidad. y ante la
faz del
pueblo manifestaré mi gloria.» Aarón no dijo nada.

4 Moisés llamó a Missael y a Elsafán, hijos de Uzziel, tío paterno de
Aarón, y les dijo: «Acercaos, retirad a vuestros hermanos de delante
del
santuario y llevadlos fuera del campamento.»

5 Se acercaron y los llevaron en sus propias túnicas fuera del
campamento, como Moisés había mandado.

6 Moisés dijo a Aarón y a sus hijos, Eleazar e Itamar: «No llevéis la
cabeza desgreñada, ni rasguéis vuestros vestidos, para no morir, pues la ira
de Yahveh recae sobre toda la comunidad. Vuestros hermanos, toda la casa
de Israel, llorarán a los abrasados por el fuego de Yahveh.

7 No os apartéis de la entrada de la Tienda del Encuentro, no sea que
muráis, pues tenéis sobre vosotros la unción de Yahveh.»
Ellos
obedecieron a la palabra de Moisés.

8 Yahveh habló a Aarón, diciendo:

9 «Cuando hayáis de entrar en la Tienda del Encuentro, no bebáis vino
ni bebida que pueda embriagar, ni tú ni tus hijos, no sea que
muráis.
Decreto perpetuo es éste para vuestros descendientes,

10 para que podáis distinguir entre lo sagrado y lo profano, entre
lo
impuro y lo puro,

11 y enseñar a los israelitas todos los preceptos que Yahveh les ha
dado por medio de Moisés.

12 Moisés dijo a Aarón y a Eleazar e Itamar, los hijos que le
quedaban: «Tomad la oblación que queda de los manjares que se abrasan en
honor de Yahveh y comedla sin levadura junto al altar, pues es cosa
sacratísima.

13 La comeréis en lugar sagrado, por ser la porción tuya y la porción
de tus hijos, de los manjares que se abrasan en honor de Yahveh, pues así
me ha ordenado.

14 Tú, y contigo tus hijos y tus hijas, comeréis también en lugar puro
el pecho mecido y la pierna reservada, porque os han sido dados
como
porción tuya y de tus hijos, de los sacrificios de comunión de los israelitas.

15 Ellos traerán la pierna reservada y el pecho mecido, además de las
grasas que han de ser abrasadas para Yahveh como ofrenda mecida delante


de Yahveh; serán la porción perpetua para ti y para tus hijos junto
a ti,
según ha mandado Yahveh.»

16 Moisés preguntó con interés acerca del macho cabrío del sacrificio
por el pecado; pero he aquí que había sido ya quemado. Irritado
contra
Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado a Aarón, dijo:

17 «¿Por qué no comisteis en lugar sagrado la víctima del sacrificio
por el pecado? Pues era cosa sacratísima que se os daba a vosotros
para
quitar la falta de la comunidad, haciendo expiación por ellos ante Yahveh.

18 Teníais que haberla comido en lugar sagrado según os había
ordenado, porque su sangre no había sido llevada al interior del santuario.»
19 Respondió Aarón a Moisés: «Mira que ellos han presentado hoy su
sacrificio por el pecado y su holocausto delante de Yahveh, y me ha
sucedido esto; ¿si yo hubiera comido la víctima por el pecado, acaso

hubiera sido esto grato a Yahveh?»

20 Cuando Moisés oyó esto, se dio por satisfecho.

Levítico 11

1 Yahveh habló a Moisés y a Aarón, diciéndoles:

2 Hablad a los israelitas y decidles: De entre todos los animales
terrestres podréis comer estos:

3 cualquier animal de pezuña partida, hendida en mitades y que rumia,
sí lo podréis comer.

4 Pero entre los que rumian o tienen pezuña hendida, no comeréis:
camello, pues aunque rumia, no tiene partida la pezuña; será impuro
para
vosotros;

5 ni damán, porque rumia, pero no tiene partida la pezuña; será
impuro para vosotros:

6 ni liebre porque rumia, pero no tiene la pezuña partida; será impura
para vosotros;

7 ni cerdo, pues aunque tiene la pezuña partida, hendida en mitades,
no rumia; será impuro para vosotros.

8 No comeréis su carne ni tocaréis sus cadáveres; serán impuros para
vosotros.

9 De entre todos los animales que viven en las aguas, podréis comer
éstos: cuantos tienen aletas y escamas sean de mar o río, los podréis comer.

10 Pero serán cosa abominable para vosotros todos los que carezcan
de aletas y escamas, entre todos los que bullen en las aguas, en mares y ríos,
y entre todos los demás animales que viven en el agua.

11 Serán abominables para vosotros: no comeréis su carne y tendréis
sus cadáveres como abominables.

12 Tendréis por abominable todo cuanto en las aguas carece de aletas
y escamas.

13 Las siguientes de entre las aves tendréis por inmundas, y no podrán
comer por ser abominación: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina,

14 el buitre, el halcón en todas sus especies,
15 toda clase de cuervos,


16 el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán en todas sus especies,
17 el búho, el somormujo, el ibis,

18 el cisne, el pelícano, el calamón,

19 la cigüeña, la garza en todas sus especies, la abubilla y el
murciélago.

20 Será abominable para vosotros todo bicho alado que anda sobre
cuatro patas.

21 Pero de todos los bichos alados que andan sobre cuatro patas,
podréis comer aquellos que además de sus cuatro patas tienen zancas para
saltar con ellas sobre el suelo.

22 De ellos podréis comer: la langosta en sus diversas especies y toda
clase de solam, de jargol y de jagab.

23 Cualquier otro bicho alado de cuatro patas será para vosotros
abominable.

24 Por estos animales podéis contraer impureza. El que toque su
cadáver quedará impuro hasta la tarde.

25 El que levante alguno de sus cadáveres tendrá que lavar sus
vestidos y quedará impuro hasta la tarde.

26 Asimismo todos los animales que tienen pezuña no partida en dos
uñas y no rumian, serán impuros para vosotros. Todo aquel que los toque
quedará impuro.

27 De entre los cuadrúpedos os serán impuros todos los que andan
sobre las plantas de sus pies. El que toque sus cadáveres quedará
impuro
hasta la tarde.

28 El que levante el cadáver de uno de ellos tendrá que lavar sus
vestidos, y quedará impuro hasta la tarde; son impuros para vosotros.

29 De entre los bichos pequeños que andan arrastrándose por el suelo
serán impuros para vosotros: la comadreja, el ratón el lagarto en sus
diversas especies,

30 el erizo, el cocodrilo, el camaleón, la salamandra y el topo.

31 Entre todos los bichos, éstos serán impuros para vosotros. Todo el
que toque su cadáver quedará impuro hasta la tarde.

32 Quedará impuro cualquier objeto sobre el que caiga uno de sus
cadáveres; ya sea un instrumento de madera, o un vestido, una piel, un saco
o cualquier utensilio. Será metido en agua y quedará impuro.

33 Si cae uno de estos cadáveres en una vasija de barro, cuanto haya
dentro de ella quedará impuro y romperéis la vasija.

34 Toda cosa comestible preparada con dicha agua será impura, y toda
bebida que se beba en una de esas vasijas será impura.

35 Cualquier objeto sobre el que caiga alguno de esos cadáveres
quedará impuro: el horno y el doble fogón serán derribados; son impuros y
los tendréis por impuros.

36 (Solamente las fuentes y cisternas, donde se recogen las aguas,
permanecerán puras), pero el que toque sus cadáveres quedará impuro.

37 De igual manera cuando caiga alguno de esos cadáveres sobre una
semilla que va a sembrarse, quedará pura;


38 mas si cayese alguno de esos cadáveres sobre semilla mojada, la
tendréis por impura.

39 Cuando muera uno de aquellos animales de los que podéis comer,
el que toque su cadáver quedará impuro hasta la tarde.

40 El que coma carne de ese cadáver deberá lavar sus vestidos y
quedará impuro hasta la tarde. Y el que levante ese cadáver habrá de lavar
sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde.

41 Todo bicho que anda arrastrándose sobre la tierra es cosa
abominable; no se podrá comer.

42 No comeréis ningún animal de los que caminan sobre su vientre o
sobre cuatro patas o sobre muchos pies, es decir, ningún bicho que
se
arrastra por el suelo, porque son abominación.

43 No os hagáis inmundos con ninguna clase de bicho que se arrastra,
ni os hagáis impuros con ellos, para que no os contaminéis por su causa.

44 Porque yo soy Yahveh, vuestro Dios; santificaos y sed santos, pues
yo soy santo. No os haréis impuros con ninguno de esos bichos que
se
arrastran por el suelo.

45 Pues yo soy Yahveh, el que os he subido de la tierra de Egipto,
para ser vuestro Dios. Sed, pues, santos porque yo soy santo.

46 Esta es la ley acerca de los animales, de las aves, y de todos los
seres vivientes que se mueven en el agua, y de todos los que andan
arrastrándose sobre la tierra;

47 para que hagáis distinción entre lo impuro y lo puro, entre el
animal que puede comerse y el que no puede comerse.

Levítico 12

1 Yahveh habló a Moisés y dijo:

2 Habla a los israelitas y diles: Cuando una mujer conciba y tenga un
hijo varón, quedará impura durante siete días; será impura como en el
tiempo de sus reglas.

3 Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio;

4 pero ella permanecerá todavía 33 días purificándose de su sangre.
No tocará ninguna cosa santa ni irá al santuario hasta cumplirse los días de
su purificación.

5 Mas si da a luz una niña, durante dos semanas será impura, como en
el tiempo de sus reglas, y permanecerá 66 días más purificándose de
su
sangre.

6 Al cumplirse los días de su purificación, sea por niño o niña,
presentará al sacerdote, a la entrada de la Tienda del Encuentro, un cordero
de un año como holocausto, y un pichón o una tórtola como sacrificio por el
pecado.

7 El sacerdote lo ofrecerá ante Yahveh, haciendo expiación por ella, y
quedará purificada del flujo de su sangre. Esta es la ley referente a la mujer
que da a luz a un niño o una niña.


8 Mas si a ella no le alcanza para presentar una res menor, tome dos
tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el
pecado; y el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura.

Levítico 13

1 Yahveh habló a Moisés y a Aarón, diciendo:

2 Cuando uno tenga en la piel de su carne tumor, erupción o mancha
blancuzca brillante, y se forme en la piel de su carne como una
llaga de
lepra, será llevado al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes.

3 El sacerdote examinará la llaga en la piel de la carne; si el pelo en la
llaga se ha vuelto blanco, y la llaga parece más hundida que la piel de su
carne, es llaga de lepra; cuando el sacerdote lo haya comprobado, le
declarará impuro.

4 Mas si hay en la piel de su carne una mancha blancuzca brillante sin
que parezca más hundida que la piel, y sin que el pelo se haya
vuelto
blanco, el sacerdote recluirá durante siete días al afectado.

5 Al séptimo día el sacerdote lo examinará, y si comprueba que la
llaga se ha detenido, no se ha extendido por la piel, el sacerdote entonces lo
recluirá otros siete días.

6 Pasados estos siete días, el sacerdote lo examinará nuevamente: si ve
que la llaga ha perdido su color y no se ha extendido en la piel, el sacerdote
lo declarará puro; no se trata más que de una erupción. Lavará sus vestidos
y quedará puro.

7 Pero si después que el sacerdote le ha examinado y declarado puro,
sigue la erupción extendiéndose por la piel, se presentará de nuevo
al
sacerdote.

8 El sacerdote, al comprobar que la erupción se extiende por la piel, lo
declarará impuro: es un caso de lepra.

9 Cuando en un hombre se manifieste una llaga como de lepra, será
llevado al sacerdote.

10 El sacerdote lo examinará, y si observa un tumor blancuzco en la
piel, el color del pelo mudado en blanco y una úlcera en la hinchazón,

11 se trata de lepra arraigada en su piel; el sacerdote lo declarará
impuro y no le recluirá, porque es impuro.

12 Pero si la lepra se ha extendido por la piel hasta cubrir toda la piel
del enfermo desde la cabeza hasta los pies, en cuanto alcanza a
verlo el
sacerdote,

13 éste lo examinará, y si la lepra ha cubierto toda su carne, declarará
puro al afectado por la llaga: se ha vuelto todo blanco; es puro.

14 Pero cuando se vea en él una úlcera, quedará impuro;

15 en cuanto el sacerdote vea la úlcera, lo declarará impuro. La úlcera
es impura; es un caso de lepra.

16 Pero si la úlcera cambia, volviéndose blanca, el afectado ha de
presentarse al sacerdote.

17 El sacerdote lo examinará, y al ver que la llaga se ha vuelto blanca,
declarará puro al afectado por la enfermedad: es puro.


18 Cuando en la piel de alguno se ha curado un divieso,

19 y en el lugar del divieso aparece un tumor blanco, o una mancha de
color blanco rojizo, ése habrá de presentarse al sacerdote.

20 El sacerdote lo examinará, y si la mancha parece más hundida que
la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Es
llaga de lepra que se ha producido en el divieso.

21 Pero si el sacerdote ve que no hay en ella pelo blanco, ni está más
hundida que la piel, y que ha perdido color, le recluirá por siete días.

22 Si entonces se extiende por la piel, el sacerdote lo declarará
impuro; es un caso de lepra.

23 Pero si la mancha sigue estacionaria, sin extenderse, es la cicatriz
del divieso; el sacerdote lo declarará puro.

24 Cuando en la piel de alguien hay una quemadura, y sobre la
quemadura se forma una mancha de color blanco rojizo o sólo blanco,

25 el sacerdote la examinará; y si el pelo se ha vuelto blanco en
la
mancha blanca y ésta aparece más hundida que la piel, es que se ha
producido lepra en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro; es un
caso de lepra.

26 Si, en cambio, el sacerdote observa que en la mancha no aparece
pelo blanco, que no está más hundida que la piel y que ha perdido color, lo
recluirá siete días.

27 Al séptimo día lo examinará, y si se ha extendido por la piel,
el
sacerdote lo declarará impuro; es un caso de lepra.

28 Pero si la mancha sigue estacionaria sin extenderse por la piel y ha
perdido color, se trata de la hinchazón de la quemadura, y el sacerdote lo
declarará puro; pues es la cicatriz de la quemadura.

29 Cuando un hombre o una mujer tengan una llaga en la cabeza o en
la barbilla,

30 el sacerdote examinará la llaga, y si ésta aparece más hundida que
la piel, y si hay en ella pelo amarillento y más ralo, el sacerdote lo declarará
impuro; es tiña, o sea, lepra de la cabeza o de la barbilla.

31 Mas si el sacerdote ve que la llaga de tiña no aparece más hundida
que la piel, y que no hay en ella pelo amarillento, recluirá al afectado por la
tiña durante siete días.

32 Al séptimo, el sacerdote examinará el mal, y si no se ha extendido
la tiña, ni hay en ella pelo amarillento, ni la llaga aparece más hundida que
la piel,

33 aquella persona se afeitará, excepto en el lugar de la tiña; y
el
sacerdote recluirá al afectado durante otros siete días.

34 Al séptimo día el sacerdote lo examinará y si no se ha extendido la
llaga por la piel, ni aparece más hundida que la piel, le declarará
puro;
lavará sus vestidos y quedará puro.

35 Pero si la tiña, después de la purificación, se extiende mucho por la

piel,


36 el sacerdote lo examinará. Si comprueba que la tiña se ha extendido
por la piel, el sacerdote ya no tendrá que buscar pelo amarillento; aquella
persona es impura.

37 Mas si, según su opinión, la tiña no se ha extendido y ha brotado en
ella pelo negro, se ha curado la tiña. Esa persona es pura y el sacerdote la
declarará pura.

38 Cuando un hombre o una mujer tengan en su piel manchas
brillantes, manchas blancas,

39 el sacerdote las examinará; si comprueba que las manchas de la
piel son de color blanco, se trata de un eccema que ha brotado en la piel;
esta persona es pura.

40 Si a alguno se le cae el pelo de la cabeza y queda calvo por detrás,
es puro.

41 Si se le cae el pelo de la parte delantera de la cabeza, es calvo por
delante, pero es puro.

42 Pero si en la calva, por detrás o por delante, aparece una llaga de
color rojizo, es lepra que se ha producido en la calva, sea por detrás o por
delante.

43 El sacerdote la examinará y si la hinchazón de la llaga en la parte
calva es de color blanco rojizo, con aspecto de lepra en la piel,

44 se trata de un leproso: es impuro. El sacerdote le declarará impuro;
tiene lepra en la cabeza.

45 El afectado por la lepra llevará los vestido rasgados y desgreñada la
cabeza, se cubrirá hasta el bigote e irá gritando: «¡Impuro, impuro!»

46 Todo el tiempo que dure la llaga, quedará impuro. Es impuro y
habitará solo; fuera del campamento tendrá su morada.

47 Cuando aparezca una llaga de lepra en un vestido de lana o de lino,
48 o en tejido o cobertor de lino o lana, o en una piel, o en cualquier

objeto de cuero,

49 si la mancha en el vestido o en la piel, o en el tejido o en
el
cobertor, o en cualquier objeto hecho de cuero, tiene color verdoso o rojizo,
es llaga de lepra y debe ser mostrada al sacerdote.

50 El sacerdote examinará la mancha y encerrará el objeto manchado
durante siete días.

51 Al séptimo, el sacerdote examinará la mancha y si se ha extendido
por el vestido, tejido, cobertor, piel o por un objeto de cuero, es un caso de
lepra maligna y el objeto es impuro.

52 Se quemará el vestido, tejido, cobertor de lana o de lino o el objeto
de cuero en que se encuentre la mancha, pues es lepra maligna;
será
quemado.

53 Pero si el sacerdote ve que no se ha extendido la mancha por el
vestido, tejido, cobertor o el objeto de cuero,

54 hará lavar el objeto manchado y lo encerrará otros siete días.

55 Si el sacerdote ve que la mancha, después de haber sido lavada, no
ha mudado de aspecto, aunque la mancha no se haya extendido, el objeto es
impuro; lo entregarás al fuego: es una infección por la cara y el envés.


56 Pero si el sacerdote ve que la parte manchada, después de lavada,
ha perdido color, la rasgará del vestido, del cuero, del tejido o del cobertor.

57 Pero si vuelve a aparecer en el vestido, tejido, cobertor o en
un
objeto de cuero, es mal contagioso; quemarás lo que está afectado por la
lepra.

58 En cuanto al vestido, tejido, cobertor o el objeto de cuero, que
después de ser lavado pierdan la mancha, serán lavados por segunda vez y
quedarán puros.

59 Estas es la ley para la mancha de lepra que se halla en los vestidos
de lana o de lino, en el tejido e en el cobertor o en cualquier objeto hecho de
cuero, para declararlos puros o impuros.

Levítico 14

1 Yahveh habló a Moisés diciendo:

2 Esta es la ley que ha de aplicarse al leproso en el día de su
purificación. Se le conducirá al sacerdote,

3 y el sacerdote saldrá fuera del campamento; si, tras de haberlo
examinado, comprueba que el leproso está ya curado de la llaga de lepra,

4 el sacerdote mandará traer para el que ha de ser purificado dos
pájaros vivos y puros, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo.

5 Después mandará inmolar uno de los pájaros sobre una vasija de
barro con agua viva.

6 Tomará luego el pájaro vivo, la madera de cedro, la púrpura
escarlata y el hisopo, los mojará, juntamente con el pájaro vivo, en la sangre
del pájaro inmolado sobre el agua viva,

7 y rociará siete veces al que ha de ser purificado de la lepra. Y, tras
de declararlo puro, soltará en el campo el pájaro vivo.

8 El que se purifica lavará sus vestidos, se afeitará todo su pelo,
se
bañará en agua, y quedará limpio. Después podrá entrar en el campamento;
pero durante siete días ha de habitar fuera de su tienda.

9 El día séptimo se afeitará todo su pelo, su cabellera, su barba, sus
cejas, es decir, se afeitará todo su pelo, lavará también sus vestidos, bañará
su cuerpo en agua y quedará limpio.

10 El día octavo tomará dos corderos sin defecto y una cordera de un
año sin defecto; y como oblación, tres décimas de flor de harina amasada
con aceite y un cuartillo de aceite.

11 El sacerdote que hace la purificación presentará ante Yahveh, junto
con todas esas cosas, al hombre que ha de purificarse, a la entrada
de la
Tienda del Encuentro.

12 El sacerdote tomará uno de los corderos para ofrecerlo como
sacrificio de reparación, además del cuartillo de aceite, y lo mecerá como
ofrenda ante Yahveh.

13 Luego inmolará el cordero en el lugar donde se inmola el sacrificio
por el pecado y el holocausto, en lugar sagrado; porque, tanto en el
sacrificio por el pecado como en el sacrificio de reparación, la
víctima
pertenece al sacerdote; es cosa sacratísima.


14 Después el sacerdote tomará sangre de la víctima de reparación y
mojará el lóbulo de la oreja derecha del que se está purificando, el pulgar de
su mano derecha y el de su pie derecho.

15 Y, tomando del cuartillo de aceite, el sacerdote echará parte de él
sobre la palma de su mano izquierda.

16 Después untará un dedo de su mano derecha en el aceite que tiene
en la palma de su mano izquierda, y con su dedo hará siete aspersiones de
aceite delante de Yahveh.

17 Con el aceite restante que tiene en su mano el sacerdote untará el
lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha
y el de su pie derecho sobre la sangre de la víctima de reparación.

18 El resto del aceite que quede en la mano del sacerdote, se echará
sobre la cabeza del que se purifica. El sacerdote expiará así por
él ante
Yahveh.

19 El sacerdote ofrecerá el sacrificio por el pecado y hará expiación
por el que se purifica de su impureza; después inmolará el holocausto.

20 Y ofrecerá sobre el altar el holocausto y la oblación. De esta
manera el sacerdote hará expiación por él y quedará limpio.

21 Si es pobre y no tiene suficientes recursos, tomará un cordero como
sacrificio de reparación, como ofrenda mecida, para hacer expiación por él,
y además, como oblación, una décima de flor de harina amasada con aceite,
un cuartillo de aceite,

22 y dos tórtolas o dos pichones, según sus recursos, uno como
sacrificio por el pecado, y otro como holocausto.

23 Al octavo día, los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda del
Encuentro para su purificación delante de Yahveh.

24 El sacerdote tomará el cordero del sacrificio de reparación y el
cuartillo de aceite, y los mecerá como ofrenda ante Yahveh.

25 Después de haber inmolado el cordero del sacrificio de reparación,
el sacerdote tomará sangre de la víctima de reparación y mojará el lóbulo de
la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el de su
pie derecho.

26 Luego derramará parte del aceite sobre la palma de su mano
izquierda;

27 con un dedo de su mano derecha hará ante Yahveh siete
aspersiones con el aceite que tiene en la palma de la mano izquierda,

28 untará con el aceite que tiene en su mano el lóbulo de la oreja
derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el de
su pie
derecho, en el lugar donde puso la sangre de la víctima de reparación.

29 Derramará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la
cabeza del que se purifica, haciendo expiación por él ante Yahveh.

30 Luego ofrecerá, conforme a los recursos suyos, una de las tórtolas
o de los pichones,

31 es decir, lo que alcanzan sus recursos, uno como sacrificio por el
pecado, y otro como holocausto, además de la oblación. De este modo el
sacerdote hará expiación ante Yahveh por aquel que se purifica.


32 Esta es la ley de purificación para aquel que tiene llaga de lepra y
cuyos recursos son limitados.

33 Yahveh habló a Moisés y a Aarón diciendo:

34 Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán que yo os doy en
posesión, y castigue con lepra alguna de las casas de la tierra que poseeréis,
35 el propietario de la casa irá a avisar al sacerdote, diciendo:
«Ha

aparecido algo como lepra en mi casa.»

36 El sacerdote, antes de entrar en la casa para examinar la lepra,
ordenará que desocupen la casa, para que nada quede inmundo de cuanto
hay en ella. Después entrará el sacerdote a examinar la casa.

37 Si al examinarla observa que la mancha forma en las paredes de la
casa cavidades verdosas y rojizas que parecen hundidas en la pared,

38 el sacerdote saldrá a la puerta de la casa y la cerrará durante siete

días.

39 Volverá al día séptimo, y si comprueba que la mancha se ha

extendido por las paredes de la casa,

40 mandará arrancar las piedras manchadas y arrojarlas fuera de la
ciudad en un lugar inmundo.

41 Hará raspar todo el interior de la casa; y echarán fuera de la ciudad,
en un lugar inmundo, el polvo que hayan quitado.

42 Luego tomarán otras piedras y las pondrán en lugar de las
primeras; y también argamasa nueva para revocar la casa.

43 Si la mancha vuelve a extenderse por la casa después de haber
arrancado las piedras, y de haberla raspado y revocado,

44 el sacerdote entrará de nuevo; y si comprueba que la mancha se ha
extendido por la casa, hay un caso de lepra maligna en la casa, y ésta es
impura.

45 Se derribará la casa. Sus piedras, sus maderas y todo el material de
la casa será sacado fuera de la ciudad a un lugar inmundo.

46 Quien entre en esa casa durante el tiempo que esté clausurada
quedará impuro hasta la tarde.

47 El que duerma en ella habrá de lavar sus vestidos; y también el que
coma en ella habrá de lavarlos.

48 Mas si el sacerdote comprueba al entrar que, después de revocada
la casa, la mancha no se ha extendido por ella, la declarará pura, pues se ha
curado del mal.

49 Entonces, para ofrecer por la casa un sacrificio por el pecado,
tomará dos pájaros, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo;

50 inmolará uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua viva
51 y, tomando la madera de cedro, el hisopo y la púrpura escarlata,

con el pájaro vivo, los mojará en la sangre del pájaro degollado y en el agua
viva; y rociará la casa siete veces.

52 Y, tras haber realizado el sacrificio por el pecado en favor de
la
casa con la sangre del pájaro, con el agua viva, el pájaro vivo, la madera de
cedro, el hisopo y la lana escarlata,


53 soltará el pájaro vivo fuera de la ciudad, en el campo. De este
modo hará expiación por la casa, la cual quedará pura.

54 Esta es la ley para toda clase de lepra o de tiña,
55 para la lepra del vestido y de la casa,

56 para los tumores, erupciones y manchas blancas,

57 y para declarar los períodos de impureza y de pureza. Esta es la ley
de la lepra.

Levítico 15

1 Yahveh habló a Moisés y Aarón diciendo:

2 Hablad a los israelitas y decidles: Cualquier hombre que padece
flujo seminal es impuro a causa del flujo.

3 En esto consiste la impureza causada por su flujo: sea que su cuerpo
deje destilar el flujo, o lo retenga, es impuro.

4 Todo lecho en que duerma el que padece flujo será impuro y todo
asiento en que se siente será impuro.

5 Quien toque su lecho lavará sus vestidos, se bañará en agua y
quedará impuro hasta la tarde.

6 Quien se siente sobre un mueble donde se haya sentado cualquiera
que padece flujo lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta
la tarde.

7 Quien toque el cuerpo del que padece flujo lavará sus vestidos, se
bañará en agua y será impuro hasta la tarde.

8 Si el que tiene flujo escupe sobre un hombre puro, éste lavará sus
vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde.

9 Todo aparejo sobre el cual haya montado el que padece flujo será
inmundo.

10 Quien toque un objeto que haya estado debajo de él quedará
impuro hasta la tarde. Y el que los lleve lavará sus vestidos, se bañará en
agua y será impuro hasta la tarde.

11 Todo aquel a quien toque el que padece flujo sin haberse lavado las
manos con agua lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará
impuro
hasta la tarde.

12 Toda vasija de barro tocada por el que padece flujo será rota, y
todo utensilio de madera será lavado con agua.

13 Si el que padece flujo sana de él, se contarán siete días para
su
purificación; después lavará sus vestidos, se bañará en agua viva y quedará
puro.

14 Al día octavo tomará dos tórtolas o dos pichones y se presentará

ante Yahveh a la entrada de la Tienda del Encuentro, para
entregarlos al
sacerdote.

15 El sacerdote los ofrecerá, uno como sacrificio por el pecado, el otro
como holocausto, y de esta manera el sacerdote hará expiación por él ante
Yahveh, a causa de su flujo.

16 El hombre que tenga derrame seminal lavará con agua todo su
cuerpo y quedará impuro hasta la tarde.


17 Toda ropa y todo cuero sobre los cuales se haya derramado el
semen serán lavados con agua y quedarán impuros hasta la tarde.

18 Cuando una mujer se acueste con un hombre, produciéndose
efusión de semen, se bañarán ambos con agua y quedarán impuros hasta la
tarde.

19 La mujer que tiene flujo, el flujo de sangre de su
cuerpo,
permanecerá en su impureza por espacio de siete días. Y quien la toque será
impuro hasta la tarde.

20 Todo aquello sobre lo que se acueste durante su impureza quedará
impuro; y todo aquello sobre lo que se siente quedará impuro.

21 Quien toque su lecho lavará los vestidos, se bañará en agua y
permanecerá impuro hasta la tarde.

22 Quien toque un mueble cualquiera sobre el que ella se haya sentado
lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde.

23 Quien toque algo que esté puesto sobre el lecho o sobre el mueble
donde ella se sienta quedará impuro hasta la tarde.

24 Si uno se acuesta con ella se contamina de la impureza de sus
reglas y queda impuro siete días; todo lecho en que él se acueste
será
impuro.

25 Cuando una mujer tenga flujo de sangre durante muchos días, fuera
del tiempo de sus reglas o cuando sus reglas se prolonguen, quedará impura
mientras dure el flujo de su impureza como en los días del flujo menstrual.

26 Todo lecho en que se acueste mientras dura su flujo será impuro
como el lecho de la menstruación, y cualquier mueble sobre el que
se
siente quedará impuro como en la impureza de las reglas.

27 Quien los toque quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará en
agua u quedará impuro hasta la tarde.

28 Una vez que ella sane de su flujo, contará siete días, quedando
después pura.

29 Al octavo día tomará para sí dos tórtolas o dos pichones y los
presentará al sacerdote a la entrada de la Tienda del Encuentro.

30 El sacerdote los ofrecerá uno como sacrificio por el pecado, el otro
como holocausto; y hará expiación por ella ante Yahveh por la impureza de
su flujo.

31 Mantendréis alejados a los israelitas de sus impurezas para que no
mueran a causa de ellas por contaminar mi Morada, la que está en medio de
ellos.

32 Esta es la ley relativa al hombre que padece flujo o que se
hace

impuro con efusión de semen,

33 a la indispuesta por el flujo menstrual, a aquel que padece flujo, sea
varón o mujer, y a aquel que se acueste con una mujer en período
de
impureza.

Levítico 16

1 Yahveh habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de
Aarón que murieron al acercarse a Yahveh.


2 Dijo Yahveh a Moisés: Di a tu hermano Aarón que no entre en
cualquier tiempo en el santuario que está tras el velo, ante el propiciatorio
que está encima del arca, no sea que muera: pues yo me hago ver en la nube
encima del propiciatorio.

3 Sólo en estas condiciones podrá entrar Aarón en el santuario: con un
novillo para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto.

4 Se vestirá con la túnica sagrada de lino, se pondrá los calzones de
lino, se ceñirá la faja de lino y se cubrirá con la tiara de lino. Estas son
las
vestiduras sagradas que vestirás después de haberse lavado con agua.

5 Recibirá de la comunidad de los israelitas dos machos cabríos para
el holocausto.

6 Después de ofrecer su novillo por el pecado como expiación por sí
mismo y por su casa,

7 tomará Aarón los dos machos cabríos y los presentará ante Yahveh,
a la entrada de la Tienda del Encuentro.

8 Luego echará suertes sobre los dos machos cabríos, una para
Yahveh, y otra para Azazel.

9 Presentará el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte «para
Yahveh» ofreciéndolo como sacrificio por el pecado.

10 El macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte «para Azazel»,
lo colocará vivo delante de Yahveh para hacer sobre él la
expiación y
echarlo al desierto, para Azazel.

11 Entonces ofrecerá Aarón su novillo por el pecado para hacer
expiación por sí mismo y por su casa, y lo inmolará.

12 Tomará después un incensario lleno de brasas tomadas del altar que
está ante Yahveh y dos puñados de incienso aromático en polvo y,
llevándolo detrás del velo,

13 pondrá el incienso sobre el fuego, delante de Yahveh, para que la
nube del incienso envuelva el propiciatorio que está encima del Testimonio
y él no muera.

14 Tomando luego la sangre del novillo, rociará con su dedo el lado
oriental del propiciatorio, y con su dedo hará siete aspersiones de sangre
delante del propiciatorio.

15 Después inmolará el macho cabrío como sacrificio por el pecado
del pueblo y llevará su sangre detrás del velo, haciendo con su sangre lo que
hizo con la sangre del novillo: rociará el propiciatorio y su parte anterior.

16 Así purificará el santuario de las impurezas de los israelitas y
de
sus rebeldías en todos sus pecados. Lo mismo hará con la Tienda del
Encuentro que mora con ellos en medio de sus impurezas.

17 Nadie debe estar en la Tienda del Encuentro cuando Aarón entre a
hacer la expiación dentro del santuario, hasta que salga. Después de haber
hecho expiación por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel,

18 saldrá hacia el altar que se halla ante Yahveh, y hará por él
expiación tomando sangre del novillo y del macho cabrío y untando
los
cuernos en torno del altar.


19 Hará sobre él con su dedo siete aspersiones de sangre, y así lo
purificará y lo separará de las impurezas de los israelitas.

20 Acabada la expiación del santuario, de la Tienda del Encuentro y
del altar, Aarón presentará el macho cabrío vivo.

21 Imponiendo ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo
hará confesión sobre él de todas las iniquidades de los israelitas y de todas
las rebeldías en todos los pecados de ellos y cargándolas sobre la
cabeza
del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un hombre dispuesto
para ello.

22 Así el macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos,
hacia una tierra árida; y soltará el macho cabrío en el desierto.

23 Luego entrará Aarón en la Tienda del Encuentro y, despojándose
de las vestiduras de lino con que se había vestido al entrar en el santuario,
las dejará allí;

24 lavará su cuerpo con agua en lugar sagrado y se pondrá sus
vestiduras. Después saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto
del
pueblo, hará la expiación por sí mismo y por el pueblo,

25 y quemará sobre el altar el sebo de la víctima por el pecado.

26 El hombre encargado de soltar el macho cabrío para Azazel lavará
sus vestidos y bañará su cuerpo en agua; después de esto podrá entrar en el
campamento.

27 Del novillo del sacrificio por el pecado y del macho cabrío
inmolado por el pecado, cuya sangre fue introducida en el santuario para
hacer expiación, serán sacados fuera del campamento y quemados con
fuego sus pieles, su carne y sus excrementos.

28 El que los queme lavará sus vestidos y se bañará en agua; después
de esto podrá entrar en el campamento.

29 Será éste para vosotros un decreto perpetuo: En el mes séptimo, el
día décimo del mes, ayunaréis, y no haréis trabajo alguno, ni el nativo ni el
forastero que reside en medio de vosotros.

30 Porque en ese día se hará expiación por vosotros para purificaros.

De todos vuestros pecados quedaréis limpios delante de Yahveh.

31 Será para vosotros día de descanso completo, en el que habéis de
ayunar: decreto perpetuo.

32 Hará la expiación el sacerdote ungido y de manos consagradas para
ejercer el sacerdocio como sucesor de su padre: él se vestirá las vestiduras
de lino, las vestiduras sagradas,

33 y hará la expiación del santuario sagrado, de la Tienda del
Encuentro y del altar. El hará también la expiación por los sacerdotes y por
todo el pueblo de la asamblea.

34 Tendréis esto como decreto perpetuo: hacer la expiación por los
israelitas, por todos sus pecados, una vez al año. Y se hizo como Yahveh
había mandado a Moisés.

Levítico 17

1 Yahveh habló a Moisés, diciendo:


2 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas, y diles: Esta es
la orden que ha dado Yahveh:

3 Cualquier hombre de la casa de Israel que inmole buey, oveja o
cabra dentro del campamento, o fuera del mismo,

4 sin llevarlos a la entrada de la Tienda del Encuentro,
para
presentarlos como ofrenda a Yahveh ante la Morada de Yahveh, será
considerado reo de sangre. Tal hombre ha derramado sangre y
será
exterminado de en medio de su pueblo.

5 Por eso los israelitas presentarán al sacerdote, para Yahveh, a la
entrada de la Tienda del Encuentro, aquellas víctimas que suelen inmolar en
el campo, para que se ofrezcan como sacrificios de comunión.

6 El sacerdote derramará la sangre sobre el altar de Yahveh, a la
entrada de la Tienda del Encuentro, y quemará las grasas como
calmante
aroma para Yahveh.

7 De este modo ellos ya no seguirán sacrificando sus sacrificios a los
sátiros tras los cuales estaban prostituyéndose. Decreto perpetuo será
éste
para ellos de generación en generación.

8 Diles: Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que
residen en medio de ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio,

9 y no lo traiga a la entrada de la Tienda del Encuentro para
sacrificarlo en honor de Yahveh, ese será exterminado de entre su parentela.
10 Si un hombre cualquiera de la casa de Israel, o de los forasteros que
residen en medio de ellos, come cualquier clase de sangre, yo volveré mi
rostro contra el que coma sangre y los exterminaré de en medio de
su

pueblo.

11 Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la doy para
hacer expiación en el altar por vuestras vidas, pues la expiación por la vida,
con la sangre se hace.

12 Por eso tengo dicho a los israelitas: «Ninguno de vosotros comerá
sangre; ni tampoco coma sangre el forastero que reside en medio de
vosotros.»

13 Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que
residen en medio de ellos, que cace un animal o un ave que es lícito comer,
derramará su sangre y la cubrirá con tierra.

14 Porque la vida de toda carne es su sangre. Por eso mando a los
israelitas: «No comeréis la sangre de ninguna carne, pues la vida de
toda
carne es su sangre. Quien la coma, será exterminado.»

15 Todo nativo o forastero que coma carne de bestia muerta o
destrozada lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la
tarde; después será puro.

16 Si no los lava ni baña su cuerpo, cargará con su iniquidad.

Levítico 18

1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

2 Habla a los israelitas, y diles: Yo soy Yahveh vuestro Dios.


3 No hagáis como se hace en la tierra de Egipto, donde habéis
habitado, ni hagáis como se hace en la tierra de Canaán a donde os llevo; no
debéis seguir sus costumbres.

4 Cumplid mis normas y guardad mis preceptos, caminando según
ellos. Yo soy Yahveh, vuestro Dios.

5 Guardad mis preceptos y mis normas. El hombre que los cumpla,
por ellos vivirá. Yo, Yahveh.

6 Ninguno de vosotros se acerque a una consanguínea suya para
descubrir su desnudez. Yo, Yahveh.

7 No descubrirás la desnudez de tu padre ni la desnudez de tu madre.

Es tu madre; no descubrirás su desnudez.

8 No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre; es la misma
desnudez de tu padre.

9 No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de
tu madre, nacida en casa o fuera de ella.

10 No descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu
hija, pues es tu propia desnudez.

11 No descubrirás la desnudez de la hija de la mujer de tu padre,
engendrada de tu padre, que es tu hermana.

12 No descubrirás la desnudez de la hermana de tu padre; es carne de
tu padre.

13 No descubrirás la desnudez de la hermana de tu madre; es carne de
tu madre.

14 No descubrirás la desnudez del hermano de tu padre; no te
acercarás a su mujer; es la mujer de tu tío.

15 No descubrirás la desnudez de tu nuera, es la mujer de tu hijo; no
descubrirás su desnudez.

16 No descubrirás la desnudez de la mujer de tu hermano; es la
desnudez de tu hermano.

17 No descubrirás la desnudez de una mujer y la de su hija, ni tomarás
la hija de su hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez; son tu
propia carne; sería un incesto.

18 No tomarás a una mujer juntamente con su hermana, haciéndola
rival de ella y descubriendo su desnudez mientras viva la primera.

19 Tampoco te acercarás a una mujer durante la impureza menstrual,
para descubrir su desnudez.

20 No te juntes carnalmente con la mujer de tu prójimo,
contaminándote con ella.

21 No darás ningún hijo tuyo para hacerlo pasar ante Mólek; no
profanarás así el nombre de tu Dios. Yo, Yahveh.

22 No te acostarás con varón como con mujer; es abominación.

23 No te unirás con bestia haciéndote impuro por ella. La mujer no se
pondrá ante una bestia para unirse con ella; es una infamia.

24 No os hagáis impuros con ninguna de estas acciones, pues con ellas
se han hecho impuras las naciones que yo voy a arrojar ante vosotros.


25 Se ha hecho impuro el país; por eso he castigado su iniquidad, y el
país ha vomitado a sus habitantes.

26 Vosotros, pues, guardad mis preceptos y mis normas, y nos
cometáis ninguna de estas abominaciones, ni los de vuestro pueblo ni
los
forasteros que residen entre vosotros.

27 Porque todas estas abominaciones han cometido los hombres que
habitaron el país antes que vosotros, y por eso el país se ha
llenado de
impurezas.

28 Y no os vomitará la tierra por vuestras impurezas, del mismo modo
que vomitó a las naciones anteriores a vosotros;

29 sino que todos los que cometan una de estas abominaciones, ésos
serán exterminados de en medio de su pueblo.

30 Guardad, pues, mis observancias; no practicaréis ninguna de las
costumbres abominables que se practicaban antes de vosotros, ni os hagáis
impuros con ellas. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

Levítico 19

1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

2 Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos,
porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo.

3 Respete cada uno de vosotros a su madre y a su padre. Guardad mis
sábados. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

4 No os volváis hacia los ídolos, ni os hagáis dioses de fundición. Yo,
Yahveh, vuestro Dios.

5 Cuando sacrifiquéis a Yahveh un sacrificio de comunión,
sacrificadlo de modo que le seáis gratos.

6 La víctima se ha de comer el mismo día en que la inmoléis, o al día
siguiente; y lo que sobre hasta el día tercero, será quemado.

7 Si se come algo al tercer día, será un manjar corrompido; el
sacrificio no será grato.

8 El que lo coma, cargará con su iniquidad, porque ha profanado la
Santidad de Yahveh. Esa persona será extirpada de entre su parentela.

9 Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el borde
de tu campo, ni espigues los restos de tu mies.

10 Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los
frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro
Dios.

11 No hurtaréis; no mentiréis ni os defraudaréis unos a otros.

12 No juraréis en falso por mi nombre: profanarías el nombre de tu
Dios. Yo, Yahveh.

13 No oprimirás a tu prójimo, ni lo despojarás. No retendrás el salario
del jornalero hasta el día siguiente.

14 No maldecirás a un mudo, ni pondrás tropiezo ante un ciego, sino
que temerás a tu Dios. Yo, Yahveh.

15 Siendo juez no hagas injusticia, ni por favor del pobre, ni por
respeto al grande: con justicia juzgarás a tu prójimo.


16 No andes difamando entre los tuyos; no demandes contra la vida de
tu prójimo. Yo, Yahveh.

17 No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo,
para que no te cargues con pecado por su causa.

18 No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo.

Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahveh.

19 Guardad mis preceptos. No aparearás ganado tuyo de diversa
especie. No siembres tu campo con dos clases distintas de grano. No uses
ropa de dos clases de tejido.

20 Si un hombre se acuesta maritalmente con una mujer que es una
sierva perteneciente a otro, sin que haya sido rescatada ni liberada, será él
castigado, pero no con pena de muerte, pues ella no era libre.

21 El ofrecerá un carnero, su sacrificio de reparación para Yahveh, a
la entrada de la Tienda del Encuentro; será un carnero de reparación.

22 Con el carnero de reparación, el sacerdote hará expiación por él
ante Yahveh por el pecado que cometió, y se le perdonará su pecado.

23 Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales,
consideraréis impuro su fruto, como incircunciso; por tres años os
serán
como incircuncisos y no se podrán comer.

24 Al cuarto año todos su frutos serán consagrados en fiesta de
alabanza en honor de Yahveh.

25 Y en el quinto año podréis comer de su fruto y almacenar en
vuestro provecho su producto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

26 No comáis nada con sangre. No practiquéis encantamiento ni
astrología.

27 No rapéis en redondo vuestra cabellera, ni cortes los bordes de tu
barba.

28 No haréis incisiones en vuestra carne por los muertos; ni os haréis
tatuaje. Yo, Yahveh.

29 No profanarás a tu hija, prostituyéndola; no sea que la tierra se
prostituya y se llene de incestos.

30 Guardad mis sábados y respetad mi santuario. Yo, Yahveh.

31 No os dirijáis a los nigromantes, ni consultéis a los adivinos
haciéndoos impuros por su causa. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

32 Ponte en pie ante las canas y honra el rostro del anciano; teme a tu
Dios. Yo, Yahveh.

33 Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le
molestéis.

34 Al forastero que reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de
vuestro pueblo y lo amarás como a ti mismo; pues forasteros fuisteis
vosotros en la tierra de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

35 No cometáis injusticia en los juicios, ni en las medidas de longitud,
de peso o de capacidad:

36 tened balanza justa, peso justo, medida justa y sextario justo. Yo
soy Yahveh vuestro Dios, que os saqué del país de Egipto.


37 Guardad todos mis preceptos y todas mis normas, y ponedlos en
práctica. Yo, Yahveh.

Levítico 20

1 Habló Yahveh a Moisés y dijo:

2 Dirás a los israelitas: Si un hombre cualquiera de entre los israelitas
o de los forasteros que residen en Israel entrega uno de sus hijos a Mólek,
morirá sin remedio; el pueblo de la tierra lo lapidara.

3 Yo mismo volveré mi rostro contra ese hombre y los exterminaré de
en medio de su pueblo, por haber entregado un hijo suyo a Mólek, haciendo
impuro mi santuario y profanando mi nombre santo.

4 Si el pueblo de la tierra cierra los ojos ante ese hombre que entregó
uno de sus hijos a Mólek, y no le da muerte,

5 yo mismo volveré mi rostro contra ese hombre y contra su familia, y
lo exterminaré de entre su pueblo, a él y a todos los que como él
se
prostituyan tras Mólek.

6 Si alguien consulta a los nigromantes, y a los adivinos,
prostituyéndose en pos de ellos, yo volveré mi rostro contra él y
lo
exterminaré de en medio de su pueblo.

7 Santificaos y sed santos; porque yo soy Yahveh, vuestro Dios.

8 Guardad mis preceptos y cumplidlos. Yo soy Yahveh, el que os
santifico.

9 Quien maldiga a su padre o a su madre, será muerto sin remedio,
pues ha maldecido a su padre o a su madre; su sangre caerá sobre él.

10 Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será
muerto tanto el adúltero como la adúltera.

11 El que se acueste con la mujer de su padre, ha descubierto la
desnudez de su padre; ambos morirán: caerá sobre ellos su sangre.

12 Si un hombre se acuesta con su nuera, ambos morirán; han hecho
una infamia: su sangre caerá sobre ellos.

13 Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos
han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre
ellos.

14 Si uno toma por esposas a una mujer y a su madre, es un incesto.
Serán quemados tanto él como ellas para que no haya tal incesto en medio
de vosotros.

15 El que se una con bestia, morirá sin remedio. Mataréis también la
bestia.

16 Si una mujer se acerca a una bestia para unirse a ella, matarás a la
mujer y a las bestia. Morirán; caerá sobre ellos su sangre.

17 Si alguien toma por esposa a su hermana, hija de su padre o hija de
su madre, viendo así la desnudez de ella y ella la desnudez de él,
es una
ignominia. Serán exterminados en presencia de los hijos de su pueblo. Ha
descubierto la desnudez de su hermana: cargará con su iniquidad.

18 El que se acueste con mujer durante el tiempo de la reglas
descubriendo la desnudez de ella, ha puesto al desnudo la fuente de su flujo


y ella también ha descubierto la fuente de su sangre. Ambos
serán
exterminados de entre su pueblo.

19 No descubras la desnudez de la hermana de tu madre ni de la
hermana de tu padre, porque desnudas su propia carne; por eso cargarán con
su iniquidad.

20 El que se acueste con la mujer de su tío paterno, descubre la
desnudez de éste. Cargarán con su pecado; morirán sin hijos.

21 Si uno toma por esposa a la mujer de su hermano, es cosa impura,
pues descubre la desnudez de su hermano; quedarán sin hijos.

22 Guardad, pues, todos mis preceptos y todas mis normas, y
cumplidlos; así no os vomitará la tierra adonde os llevo para que habitéis en
ella.

23 No caminéis según las costumbres de las naciones que yo voy a
expulsar ante vosotros; pues, porque han obrado así, yo estoy asqueado de
ellas.

24 Pero a vosotros os he dicho: «Poseeréis su suelo, el que yo os daré
en herencia, tierra que mana leche y miel.» Yo soy Yahveh, vuestro Dios,
que os ha separado de estos pueblos.

25 Habéis de hacer separación entre animales puros e impuros, y entre
aves impuras y puras; para que no os hagáis abominables, ni con animales
ni con aves, ni con lo que se arrastra por el suelo; porque os he separado
todo eso como impuro.

26 Sed, pues, santos para mí, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he
separado de entre los pueblos, para que seáis míos.

27 El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino,
morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos.

Levítico 21

1 Dijo Yahveh a Moisés: Habla a los sacerdotes, hijos de Aarón, y
diles: Nadie se haga impuro por el cadáver de alguno de los suyos,

2 como no sea pariente cercano suyo: la madre, el padre, el hijo,
la
hija, el hermano,

3 una hermana virgen, que viva con él y no haya sido desposada aún;
por ella puede hacerse impuro.

4 Pues no debe hacerse impuro, siendo señor entre los suyos; se
profanaría.

5 Los sacerdotes no se raparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de
la barba, ni se harán incisiones en su cuerpo.

6 Santos han de ser para su Dios y no profanarán el nombre de su
Dios, pues son ellos los que presentan los manjares que se han de abrasar
para Yahveh, el alimento de su Dios; han de ser santos.

7 No tomarán por esposa a una mujer prostituta ni profanada, ni
tampoco una mujer repudiada por su marido; pues el sacerdote
está
consagrado a su Dios.


8 Le tendrás por santo, porque él es quien presenta el alimento de tu
Dios; por tanto será santo para ti, pues santo soy yo, Yahveh, el
que os
santifico.

9 Si la hija de un sacerdote prostituyéndose se profana, a su padre
profana; será quemada.

10 El sumo sacerdote, superior a sus hermanos, sobre cuya cabeza fue
derramado el óleo de la unción y que recibió la investidura para vestir los
ornamentos, no llevará desgreñada su cabellera ni rasgará sus vestidos,

11 ni se acercará a ningún cadáver; ni siquiera por su padre o por su
madre puede hacerse impuro.

12 No saldrá del santuario para no profanar el santuario de su Dios;
pues lleva sobre sí la consagración del óleo de la unción de su Dios. Yo,
Yahveh.

13 Tomará una virgen por esposa.

14 No se casará con viuda ni repudiada ni profanada por prostitución,
sino que tomará por esposa una virgen de entre su parentela.

15 No profanará su descendencia entre su pueblo, pues soy, yo,
Yahveh, el que lo santifico.

16 Yahveh habló a Moisés y dijo:

17 Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes en cualquiera
de sus generaciones, si tiene un defecto corporal, podrá acercarse a ofrecer
el alimento de su Dios;

18 pues ningún hombre que tenga defecto corporal ha de acercarse: ni
ciego ni cojo ni deforme ni monstruoso,

19 ni el que tenga roto el pie o la mano;

20 ni jorobado ni raquítico ni enfermo de los ojos, ni el que padezca
sarna o tiña, ni el eunuco.

21 Ningún descendiente de Aarón que tenga defecto corporal puede
acercarse a ofrecer los manjares que se abrasan en honor de Yahveh. Tiene
defecto; no se acercará a ofrecer los manjares que se abrasan en honor de
Yahveh. Tiene defecto; no se acercará a ofrecer el alimento de su Dios.

22 Sin embargo, podrá comer el alimento de su Dios, las cosas
sacratísimas, y las sagradas;

23 mas no entrará hasta el velo ni se acercará al altar, porque
tiene
defecto, para no profanar mi santuario, pues yo soy Yahveh, el que
los
santifico.

24 Moisés dijo esto a Aarón y a sus hijos y a todos los israelitas.

Levítico 22

1 Habló Yahveh a Moisés y dijo:

2 Di a Aarón y a sus hijos que se abstengan de algunas ofrendas
sagradas que los israelitas me consagran, para no profanar mi santo nombre.
Yo, Yahveh.

3 Diles: Cualquier descendiente vuestro, en todas las generaciones,
que, estando impuro, se acerque a las cosas sagradas que los
israelitas
consagran a Yahveh, ése será exterminado de mi presencia. Yo, Yahveh.


4 Ningún descendiente de Aarón, que sea leproso o padezca flujo
comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. El que toque lo que es
impuro por un cadáver, o el que haya tenido un derrame seminal,

5 o el que haya tocado un bicho que le ha hecho impuro o a un hombre
que le ha hecho impuro con cualquier clase de impureza;

6 quien toque estas cosas, quedará impuro hasta la tarde, y no comerá
de las cosas sagradas, sino que lavará su cuerpo con agua;

7 puesto el sol, quedará limpio y podrá luego comer de las cosas
sagradas, pues son su alimento.

8 No comerá animal muerto o destrozado que le haga impuro. Yo,
Yahveh.

9 Que guarden mis observancias, no sea que, cargados así de pecado,
al profanarlas mueran por ello. Yo, Yahveh, el que los santifico.

10 Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del
sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas.

11 Pero si un sacerdote con su dinero compra una persona, ésta podrá
comer de las cosas sagradas; y también el siervo nacido en la casa: ambos
pueden comer del pan del sacerdote.

12 La hija de un sacerdote, casada con un laico, no podrá comer de la
ofrenda reservada de las cosas sagradas.

13 Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin
tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre,
como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él.

14 Quien, por inadvertencia, coma de cosa sagrada, la restituirá al
sacerdote, añadiendo un quinto de más.

15 No profanen, pues, las cosas sagradas de los israelitas, reservadas
para Yahveh,

16 porque al comerlas cargarían con una iniquidad que debe ser
reparada. Yo soy Yahveh, el que los santifico.

17 Yahveh habló a Moisés, diciendo:

18 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles:
Si
alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en
Israel, en
cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda
que como holocausto ofrece a Yahveh

19 para que os alcance favor, la víctima habrá de ser macho, sin
defecto, buey, oveja o cabra.

20 No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado.

21 Si alguno ofrece a Yahveh ganado mayor o menor como sacrificio
de comunión, sea en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria,
ha de ser una res sin defecto para alcanzar favor; no debe tener
defecto
alguno.

22 No presentaréis ante Yahveh animal ciego, quebrado, mutilado,
ulcerado, sarnoso o ruin; de ellos nada pondréis en el altar como manjar que
se abrasa para Yahveh.

23 Si es buey u oveja desproporcionado o enano, podréis presentarlo
como ofrenda voluntaria, pero no será aceptado en cumplimiento de voto.


24 No ofreceréis a Yahveh animal que tenga los testículos aplastados,
majados, arrancados o cortados. No hagáis est en vuestra tierra.

25 Y de esto nada recibiréis de la mano del extranjero como alimento
de vuestro Dios, porque su deformidad es un defecto; no os
serán
aceptados.

26 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

27 Cuando nazca un ternero, o un cordero, o cabrito, quedará siete
días con su madre; y desde el día octavo en adelante será grato
como
ofrenda de manjar abrasado para Yahveh.

28 No inmoléis en el mismo día vaca u oveja juntamente con su cría.
29 Al sacrificar a Yahveh un sacrificio de alabanza, lo haréis de
tal

modo que os sea aceptado.

30 Será comido en el mismo día, sin dejar nada de él hasta la mañana
siguiente. Yo, Yahveh.

31 Guardad mis mandamientos y cumplidlos. Yo, Yahveh.

32 No profanéis mi santo nombre, para que yo sea santificado en
medio de los israelitas. Yo soy Yahveh, el que os santifica,

33 el que os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo,
Yahveh.

Levítico 23

1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

2 Habla a los israelitas y diles: Solemnidades de Yahveh que
convocaréis como asambleas santas. Estas son mis solemnidades:

3 Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de
descanso
completo, reunión sagrada en que no haréis trabajo alguno. Será descanso
de Yahveh dondequiera que habitéis.

4 Estas son las solemnidades de Yahveh, las reuniones sagradas que
convocaréis en las fechas señaladas.

5 El mes primero, el día catorce del mes, entre dos luces, será la
Pascua de Yahveh.

6 El quince de este mes se celebrará la fiesta de los Ázimos en honor
de Yahveh. Durante siete días comeréis panes ázimos.

7 El día primero tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo
servil.

8 Ofreceréis durante siete días manjares abrasados a Yahveh. El
séptimo día celebraréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil.

9 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

10 Habla a los israelitas y diles: Cuando, después de entrar en la tierra
que yo os doy, seguéis allí su mies, llevaréis una gavilla, como primicias de
vuestra cosecha, al sacerdote,

11 que mecerá la gavilla delante de Yahveh, para alcanzaros su favor.

El día siguiente al sábado la mecerá el sacerdote.

12 Ese mismo día en que mecieres la gavilla, sacrificaréis un cordero
de un año, sin defecto, como holocausto a Yahveh,


13 junto con su oblación de dos décimas de flor de harina amasada
con aceite, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. Su
libación de vino será un cuarto de sextario.

14 No comeréis pan ni grano tostado ni grano tierno hasta ese mismo
día, hasta traer la ofrenda de vuestro Dios. Decreto perpetuo será éste de
generación en generación dondequiera que habitéis.

15 Contaréis siete semanas enteras a partir del día siguiente al sábado,
desde el día en que habréis llevado la gavilla de la ofrenda mecida;

16 hasta el día siguiente al séptimo sábado, contaréis cincuenta días y
entonces ofreceréis a Yahveh una oblación nueva.

17 Llevaréis de vuestras casas como ofrenda mecida dos panes,
hechos con dos décimas de flor de harina y cocidos con levadura,
como
primicias para Yahveh.

18 Juntamente con el pan ofreceréis a Yahveh siete corderos de un
año, sin defecto, un novillo y dos carneros: serán el holocausto para Yahveh
además de su ofrenda y sus libaciones, como manjar abrasado de calmante
aroma para Yahveh.

19 Ofreceréis también un macho cabrío como sacrificio por el pecado,
y dos corderos de un año como sacrificio de comunión.

20 El sacerdote los mecerá como ofrenda ante Yahveh, juntamente
con el pan de las primicias y con los dos corderos; serán
consagrados a
Yahveh y pertenecerán al sacerdote.

21 Ese mismo día convocaréis una reunión sagrada; la celebraréis y no
haréis ningún trabajo servil. Decreto perpetuo será éste de generación
en
generación dondequiera que habitéis.

22 Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el
borde de tu campo, ni espigues los restos de tu mies; los dejarás
para el
pobre y para el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

23 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

24 Habla a los israelitas y diles: En el mes séptimo, el primer día del
mes será para vosotros de gran descanso, una fiesta conmemorativa con
clamor de trompetas, una reunión sagrada.

25 No haréis ningún trabajo servil, y ofreceréis manjares abrasados a
Yahveh.

26 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

27 Además el día décimo de este séptimo mes será el día de la
Expiación, en el cual tendréis reunión sagrada; ayunaréis y ofreceréis
manjares abrasados a Yahveh.

28 No haréis en ese mismo día ningún trabajo, pues es el día de
Expiación, en el que se ha de hacer la expiación por vosotros
delante de
Yahveh, vuestro Dios.

29 El que no ayune ese día será exterminado de entre su pueblo.

30 Al que haga en tal día un trabajo cualquiera, yo lo haré perecer de
en medio de su pueblo.

31 No haréis, pues, trabajo alguno. Es decreto perpetuo, de generación
en generación, dondequiera que habitéis.


32 Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día
nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso.

33 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

34 Habla a los israelitas y diles: El día quince de ese séptimo mes
celebraréis durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor a Yahveh.

35 El día primero habrá reunión sagrada y no haréis trabajo servil
alguno.

36 Durante siete días ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. El día
octavo tendréis reunión sagrada y ofreceréis manjares abrasados a Yahveh.
Habrá asamblea solemne. No haréis trabajo servil alguno.

37 Estas son las solemnidades de Yahveh en las que habéis de
convocar reunión sagrada para ofrecer manjares abrasados a Yahveh,
holocaustos y oblaciones, víctimas y libaciones, cada cosa en su día,

38 sin contar los sábados de Yahveh, sin contar vuestros dones, sin
contar todos vuestros votos, sin contar todas vuestras
oblaciones
voluntarias, las que ofrezcáis a Yahveh.

39 El día quince del séptimo mes, después de haber cosechado el
producto de la tierra, celebraréis la fiesta en honor de Yahveh durante siete
días. El primer día será de descanso completo e igualmente el octavo.

40 El primer día tomaréis frutos de los mejores árboles, ramos de
palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces de río; y os alegraréis en la
presencia de Yahveh, vuestro Dios, por espacio de siete días.

41 Celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete días cada año.
Será decreto perpetuo de generación en generación. En el séptimo mes la
celebraréis.

42 Durante siete días habitaréis en cabañas. Todos los naturales de
Israel morarán en cabañas,

43 para que sepan vuestros descendientes que yo hice habitar en
cabañas a los israelitas cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo, Yahveh,
vuestro Dios.

44 Moisés promulgó las solemnidades de Yahveh a los israelitas.

Levítico 24

1 Yahveh habló a Moisés, diciendo:

2 Manda a los israelitas que te traigan para el alumbrado aceite puro
de oliva molida, para alimentar continuamente la llama.

3 Aarón lo preparará fuera del velo del Testimonio, en la Tienda del
Encuentro para que arda de continuo ante Yahveh desde la tarde hasta
la
mañana. Es decreto perpetuo para vuestros descendientes.

4 El colocará las lámparas sobre el candelabro puro que permanece
ante Yahveh.

5 Tomarás flor de harina, y cocerás con ella doce tortas, dos décimas
para cada una.

6 Las colocarás en dos filas, seis en cada fila, sobre la mesa pura en la
presencia de Yahveh.


7 Pondrás sobre cada fila incienso puro, que hará del pan
un
memorial, manjar abrasado para Yahveh.

8 Se colocará en orden cada sábado en presencia continua ante
Yahveh de parte de los israelitas, como alianza perpetua.

9 Será de Aarón y de sus hijos, y lo comerán en lugar sagrado; porque
lo considerarás como cosa sacratísima, de los manjares que se abrasan para
Yahveh. Decreto perpetuo.

10 Había salido con los israelitas el hijo de una mujer israelita y
de
padre egipcio. Cuando el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron
en el campo,

11 el hijo de la israelita blasfemó y maldijo el Nombre, por lo que le
llevaron ante Moisés. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de
la
tribu de Dan.

12 Lo retuvieron en custodia hasta decidir el caso por sentencia de
Yahveh.

13 Y entonces Yahveh habló a Moisés y dijo:

14 Saca al blasfemo fuera del campamento; todos los que lo oyeron
pongan las manos sobre su cabeza, y que lo lapide toda la comunidad.

15 Y hablarás así a los israelitas: Cualquier hombre que maldiga a su
Dios, cargará con su pecado.

16 Quien blasfeme el Nombre de Yahveh, será muerto; toda la
comunidad lo lapidará. Sea forastero o nativo, si blasfema el Nombre,
morirá.

17 El que hiera mortalmente a cualquier otro hombre, morirá.

18 El que hiera de muerte a un animal indemnizará por él: vida por


vida.
hará:

19 Si alguno causa una lesión a su prójimo, como él hizo así se le
20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le
hará la

misma lesión que él haya causado a otro.

21 El que mate un animal, indemnizará por él; mas el que mate a un
hombre, morirá.

22 Del mismo modo juzgarás al forastero y al nativo; porque yo soy
Yahveh vuestro Dios.

23 Habló entonces Moisés a los israelitas. Sacaron al blasfemo fuera
del campamento y lo lapidaron. Los israelitas hicieron como Yahveh había
mandado a Moisés.

Levítico 25

1 Habló Yahveh a Moisés en el monte Sinaí diciendo:

2 Habla a los israelitas y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que
yo voy a daros, la tierra tendrá también su descanso en honor de Yahveh.

3 Seis años sembrarás tu campo, seis años podarás tu viña
y
cosecharás sus productos;

4 pero el séptimo año será de completo descanso para la tierra, un
sábado en honor de Yahveh: no sembrarás tu campo, ni podarás tu viña.


5 No segarás los rebrotes de la última siega, ni vendimiarás los
racimos de tu viña sin podar. Será año de descanso completo para la tierra.

6 Aun en descanso, la tierra os alimentará a ti, a tu siervo, a tu sierva,
a tu jornalero, a tu huésped. que residen junto a ti.

7 También a tus ganados y a los animales de tu tierra servirán de
alimento todos sus productos.

8 Contarás siete semanas de años, siete veces siete años; de modo que
el tiempo de las siete semanas de años vendrá a sumar cuarenta y
nueve
años.

9 Entonces en el mes séptimo, el diez del mes, harás resonar clamor de
trompetas; en el día de la Expiación haréis resonar el cuerno por
toda
vuestra tierra.

10 Declararéis santo el año cincuenta, y proclamaréis en la tierra
liberación para todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo; cada uno
recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su familia.

11 Este año cincuenta será para vosotros un jubileo: no sembraréis, ni
segaréis los rebrotes, ni vendimiaréis la viña que ha quedado sin podar,

12 porque es el jubileo, que será sagrado para vosotros. Comeréis lo
que el campo dé de sí.

13 En este año jubilar recobraréis cada uno vuestra propiedad.

14 Si vendéis algo a vuestro prójimo o le compráis algo, ved que nadie
dañe a su hermano.

15 Comprarás a tu prójimo atendiendo el número de años que siguen
al jubileo; u según el número de los años de cosecha, él te fijará el precio de
venta:

16 a mayor número de años, mayor precio cobrarás; cuantos menos
años queden, tanto menor será su precio, porque lo que él te vende
es el
número de cosechas.

17 Ninguno de vosotros dañe a su prójimo, antes bien teme a tu Dios;
pues yo soy Yahveh vuestro Dios.

18 Cumplid mis preceptos; guardad mis normas y cumplidlas; así
viviréis seguros en esta tierra.

19 Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros; y
habitaréis
seguros en ella.

20 Si preguntáis: «¿Qué comeremos el año séptimo, puesto que no
podremos sembrar ni cosechar nuestros productos?» -

21 Yo os mandaré mi bendición en el año sexto, de modo que
producirá para tres años;

22 sembraréis el año octavo y seguiréis comiendo de la cosecha
anterior hasta el año noveno. Hasta que venga su cosecha, seguiréis
comiendo de la anterior.

23 La tierra no puede venderse para siempre, porque la tierra es mía,
ya que vosotros sois para mí como forasteros y huéspedes.

24 En todo terreno de vuestra propiedad concederéis derecho a
rescatar la tierra.


25 Si se empobrece tu hermano y vende algo de su propiedad, su goel
más cercano vendrá y rescatará lo vendido por su hermano.

26 Si alguno no tiene goel, adquiera por sí mismo recursos suficientes
para su rescate;

27 calcule los años pasados desde la venta y devuelva al comprador la
cantidad del tiempo que falta; así volverá a su propiedad.

28 Pero si no halla lo suficiente para recuperarla, lo vendido quedará
en poder del comprador hasta el año jubilar, y en el jubileo quedará libre; y
el vendedor volverá a su posesión.

29 Si uno vendiere una vivienda en ciudad amurallada, su derecho a
rescatarla durará hasta que se cumpla el año de su venta; un año
entero
durará su derecho de rescate.

30 En caso de no ser rescatada para él dentro de un año entero, la casa
situada en ciudad amurallada quedará a perpetuidad para el comprador y sus
descendientes y no quedará libre en el jubileo.

31 Mas las casas de las aldeas sin murallas que las rodeen serán
tratadas como los campos del país: hay derecho de rescate y en el
año
jubilar quedan libres.

32 En cuanto a las ciudades de los levitas, los levitas tendrán siempre
derecho de rescate sobre las casas de las ciudades de su propiedad.

33 En el caso de que se haya de rescatar de mano de un levita, lo
vendido - una casa que es propiedad suya en la ciudad - quedará libre en el
jubileo; porque las casas de las ciudades de los levitas son su propiedad en
medio de los israelitas.

34 No pueden venderse los campos que rodean sus ciudades, pues son
su propiedad para siempre.

35 Si tu hermano se empobrece y vacila su mano en asuntos contigo,
lo mantendrás como forastero o huésped, para que pueda vivir junto a ti.

36 No tomarás de él interés ni usura, antes bien teme a tu Dios y deja
vivir a tu hermano junto a ti.

37 No le darás por interés tu dinero ni le darás tus víveres a usura.

38 Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto,
para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.

39 Si se empobrece tu hermano en asuntos contigo y tú lo compras, no
le impondrás trabajos de esclavo;

40 estará contigo como jornalero o como huésped, y trabajará junto a
ti hasta el año del jubileo.

41 Entonces saldrá de tu casa, él y sus hijos con él, volverá a su
familia y a la propiedad de sus padres.

42 Porque ellos son siervos míos, a quienes yo saqué de la tierra de
Egipto; no han de ser vendidos como se vende un esclavo.

43 No serás tirano con él, sino que temerás a tu Dios.

44 Los siervos y las siervas que tengas, serán de las naciones que os
rodean; de ellos podréis adquirir siervos y siervas.


45 También podréis comprarlos entre los hijos de los huéspedes que
residen en medio de vosotros, y de sus familias que viven entre vosotros, es
decir, de los nacidos en vuestra tierra. Esos pueden ser vuestra propiedad,

46 y los dejaréis en herencia a vuestros hijos después de vosotros
como propiedad perpetua. A éstos los podréis tener como siervos; pero si se
trata de vuestros hermanos, los israelitas, tú, como entre hermanos,
no le
mandarás con tiranía.

47 Si el forastero o huésped que mora contigo adquiere bienes, y, en
cambio, tu hermano se empobrece en asuntos con él y se vende al forastero,
al que mora contigo, o a algún descendiente de familia de forastero,

48 después de haberse vendido le quedará el derecho al rescate: uno
de sus hermanos podrá rescatarlo.

49 Lo rescatará su tío paterno, o el hijo de su tío, o algún otro pariente
cercano suyo dentro de su familia, o, si alcanzan sus recursos, él
mismo
podrá rescatarse.

50 Contará con su comprador los años desde el de la venta hasta el
año jubilar; y el precio se calculará en proporción de los años,
valorando
sus días de trabajo como los de un jornalero.

51 Si faltan todavía muchos años, en proporción a ellos devolverá,
como precio de su rescate, una parte del precio de venta.

52 Si faltan pocos años hasta el jubileo, se le calculará en proporción a
ellos, y lo pagará como rescate,

53 como quien trabaja a jornal año por año. No permitas que se le trate
con tiranía ante tus ojos.

54 Si nos es rescatado por otros, quedará libre el año del jubileo, él y
sus hijos con él.

55 Porque a mí es a quien sirven los israelitas; siervos míos son,
a
quienes yo he sacado del país de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

Levítico 26

1 No os hagáis ídolos, ni pongáis imágenes o estelas, ni coloquéis en
vuestra tierra piedras grabadas para postraros ante ellas, porque yo
soy
Yahveh vuestro Dios.

2 Guardaréis mis sábados, y respetaréis mi santuario. Yo, Yahveh.

3 Si camináis según mis preceptos y guardáis mis mandamientos,
poniéndolos en práctica,

4 os enviaré las lluvias a su tiempo, para que la tierra dé sus frutos y el
árbol del campo su fruto.

5 El tiempo de trilla alcanzará hasta la vendimia, y la vendimia hasta
la siembra; comeréis vuestro pan hasta saciaros y habitaréis seguros
en
vuestra tierra.

6 Yo daré paz a la tierra y dormiréis sin que nadie os turbe; haré
desaparecer del país las bestias feroces, y la espada no pasará por vuestra
tierra.

7 Perseguiréis a vuestros enemigos; que caerán ante vosotros a filo de
espada.


8 Cinco de vosotros perseguiréis a cien, y cien de vosotros
perseguiréis a 10.000; vuestros enemigos ante vosotros caerán a filo
de
espada.

9 Yo me volveré hacia vosotros. Yo os haré fecundos, os multiplicaré
y mantendré mi alianza con vosotros.

10 Comeréis de cosecha añeja y llegaréis a echar la añeja para dar
cabida a la nueva.

11 Estableceré mi morada en medio de vosotros y no os rechazaré.

12 Me pasearé en medio de vosotros, y seré para vosotros Dios, y
vosotros seréis para mí un pueblo.

13 Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué del país de Egipto, para
que no fueseis sus esclavos; rompí las coyundas de vuestro yugo y os hice
andar con la cabeza erguida.

14 Pero si no me escucháis y no cumplís todos estos mandamientos;
15 si despreciáis mis preceptos y rechazáis mis normas, no haciendo

caso de todos mis mandamientos y rompiendo mi alianza,

16 también yo haré lo mismo con vosotros. Traeré sobre vosotros el
terror, la tisis y la fiebre, que os abrasen los ojos y os consuman el alma.
Sembraréis en vano vuestra semilla, pues se la comerán vuestros enemigos.

17 Me volveré contra vosotros y seréis derrotados ante vuestros
enemigos; os tiranizarán los que os aborrecen y huiréis sin que
nadie os
persiga.

18 Si ni aun con esto me obedecéis, volveré a castigaros siete veces
más por vuestros pecados.

19 Quebrantaré vuestra orgullosa fuerza y haré vuestro cielo como
hierro y vuestra tierra como bronce.

20 Vuestras fuerzas se consumirán en vano, pues vuestra tierra no dará
sus productos ni el árbol del campo sus frutos.

21 Y si seguís enfrentándoos conmigo y no queréis oírme, volveré a
castigaros siete veces más a causa de vuestros pecados.

22 Soltaré contra vosotros las fieras salvajes, que os privarán de
vuestros hijos, exterminarán vuestro ganado y os reducirán a unos pocos, de
modo que vuestros caminos queden desiertos.

23 Si aun con esto no os corregís ante mí, sino que
seguís
enfrentándoos conmigo,

24 también yo me enfrentaré con vosotros, y os azotaré yo mismo
siete veces más por vuestros pecados.

25 Traeré sobre vosotros la espada vengadora de la alianza. Os
reuniréis entonces en vuestras ciudades, pero yo enviaré la peste en medio
de vosotros y seréis entregados en manos del enemigo.

26 Cuando yo os retire el bastón del pan diez mujeres cocerán todo
vuestro pan en un solo horno, y os lo darán tan medido que comeréis y no
os saciaréis.

27 Si con esto no me obedecéis y seguís enfrentándoos conmigo,

28 yo me enfrentaré a vosotros con ira, y os castigaré yo mismo siete
veces más por vuestros pecados.


29 Comeréis la carne de vuestros hijos y la carne de vuestras hijas
comeréis.

30 Destruiré vuestros altos, abatiré vuestros altares de
incienso,
amontonaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos, y yo
mismo os aborreceré.

31 Reduciré vuestras ciudades a ruina y devastaré vuestros santuarios,
no aspiraré ya más vuestros calmantes aromas.

32 Yo asolaré la tierra, y de ello quedarán atónitos vuestros mismos
enemigos al venir a ocuparla.

33 A vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré la
espada en pos de vosotros. Vuestra tierra será un yermo y vuestras ciudades
una ruina.

34 Entonces pagará la tierra sus sábados, durante todos los días que
esté desolada mientras vosotros estéis en el país de vuestros
enemigos;
entonces sí que descansará la tierra y pagará sus sábados.

35 Durante todo el tiempo de la desolación descansará, por lo que no
pudo descansar en vuestros sábados cuando habitabais en ella.

36 A los que quedaren de vosotros, les infundiré pánico en sus
corazones, en el país de sus enemigos; el ruido de una hoja caída
los
ahuyentará, huirán como quien huye de la espada, y caerán sin que nadie los
persiga.

37 Se atropellarán unos a otros, como delante de la espada, aunque
nadie los persiga. No podréis teneros en pie en presencia de vuestros
enemigos.

38 Pereceréis entre las naciones, y os devorará el país de vuestros
enemigos.

39 Y quienes de vosotros sobrevivan, se pudrirán a causa de su
iniquidad en los países de vuestros enemigos; por las iniquidades de
sus
padres unidas a las suyas, se pudrirán.

40 Entonces confesarán su iniquidad y la iniquidad de sus padres, en
la rebeldía con que se rebelaron contra mí; y aun más,
porque se
enfrentaron conmigo.

41 También yo me enfrentaré con ellos y los llevaré al país de sus
enemigos. Entonces se humillará su corazón incircunciso y aceptarán el
castigo de su iniquidad.

42 Y yo me acordaré de mi alianza con Jacob, y de mi alianza con
Isaac; y recordaré mi alianza con Abraham; y recordaré la tierra.

43 Pero la tierra será antes abandonada por ellos y pagará sus sábados,
mientras quede desolada con su ausencia; pero ellos también pagarán el
castigo de su iniquidad, por cuanto desecharon mis normas y su alma
aborreció mis preceptos.

44 A pesar de todo, cuando estén ellos en tierra enemiga, no los
desecharé ni los aborreceré hasta su total exterminio, anulando mi alianza
con ellos, porque yo soy Yahveh, su Dios;


45 me acordaré, en su favor, de la alianza hecha con sus antepasados,
a quienes saqué de la tierra de Egipto, ante los ojos de las naciones, para ser
su Dios, yo Yahveh.

46 Estos son los preceptos, normas y leyes que Yahveh estableció
entre él y los israelitas en el monte Sinaí, por medio de Moisés.

Levítico 27

1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo;

2 Habla a los israelitas y diles: Si alguien quiere cumplir ante Yahveh
un voto relativo al valor de tasación de una persona,

3 si se trata de un varón de veinte a sesenta años, el valor se estimará
en cincuenta siclos de plata, en siclos del santuario.

4 Mas si se trata de una mujer, el valor será de treinta siclos.

5 De los cinco a los veinte años el valor será: para varón, veinte siclos;
para mujer, diez siclos.

6 De un mes hasta la edad de cinco años, el valor será: para niño,
cinco siclos de plata; para niña, tres siclos de plata.

7 De sesenta años en adelante el valor será: para varón, quince siclos;
para mujer, diez siclos.

8 Si uno es tan pobre que no puede pagar esta valoración, presentará la
persona al sacerdote, el cual estimará su valor; el sacerdote la
valuará en
proporción a los recursos del oferente.

9 Si se trata de un animal que se puede ofrecer a Yahveh como
ofrenda, todo lo que se entregue así a Yahveh será cosa sagrada.

10 No se cambiará ni se sustituirá bueno por malo, ni malo por bueno;
y si se sustituye un animal por otro, tanto el permutado como su sustituto
serán cosa sagrada.

11 Mas si se trata de un animal impuro, de los que no se pueden
ofrecer como ofrenda a Yahveh, se presentará el animal al sacerdote,

12 el cual lo tasará según sea bueno o malo; y se estará a su tasación.
13 Si uno quiere rescatarlo, añadirá un quinto más a su valuación.

14 Si alguno consagra su casa, como cosa sagrada, a Yahveh, el
sacerdote la tasará, según sea buena o mala. Conforme a la tasación
del
sacerdote, así se fijará.

15 Si el que consagró la casa desea rescatarla, añadirá la quinta parte
al precio de su tasación, y será suya.

16 Si uno consagra parte del campo de su propiedad a Yahveh, será
estimado según su sembradura, a razón de cincuenta siclos de plata por cada
carga de cebada de sembradura.

17 Si él consagró su campo durante el año del jubileo se atenderá a
esta tasación.

18 Pero si consagra su campo después del jubileo, el sacerdote
calculará su precio a razón de los años que quedan hasta el año del jubileo;
y lo descontará de la tasación.

19 Si el que consagró el campo desea rescatarlo, añadirá la quinta
parte al precio de la tasación, y será suyo.


20 Pero si nos rescata el campo, y éste se vende o otro, el campo no
podrá ser rescatado en adelante.

21 Ese campo, cuando quede libre en el jubileo, será consagrada a
Yahveh como campo de anatema y será propiedad del sacerdote.

22 Si alguno consagra a Yahveh un campo que compró y que no
forma parte de su propiedad,

23 el sacerdote calculará el importe de su valor hasta el año del
jubileo; y él pagará ese mismo día la suma de la tasación como cosa sagrada
de Yahveh.

24 El año del jubileo volverá el campo al vendedor, al que pertenece
como propiedad de la tierra.

25 Toda tasación se hará en siclos del santuario; veinte óbolos
equivalen a un siclo.

26 Nadie, sin embargo, podrá consagrar los primogénitos de su
ganado que ya, por ser tales, pertenecen a Yahveh. Sean del ganado mayor
o del menor, pertenecen a Yahveh.

27 Si se trata de un animal impuro, y lo quiere rescatar según la
tasación, añadirá la quinta parte al precio; pero si no es
rescatado, será
vendido, conforme a la tasación.

28 Nada de lo que a uno pertenece - hombre, animal o campo de su
propiedad - que haya sido consagrado a Yahveh con anatema podrá
venderse ni rescatarse. Todo anatema es cosa sacratísima para Yahveh.

29 Ningún ser humano consagrado como anatema podrá ser rescatado;
deberá morir.

30 El diezmo entero de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como
de los frutos de los árboles, es de Yahveh; es cosa sagrada de Yahveh.

31 Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo, añadirá la quinta parte
de su valor.

32 Todo diezmo de ganado mayor o menor, es decir, cada décima
cabeza que pasa bajo el cayado, será cosa sagrada de Yahveh.

33 No se escogerá entre animal bueno o malo, ni se le puede sustituir;
y si se hace cambio, tanto el animal permutado como su sustituto
serán
cosas sagradas; no podrán ser rescatados.

34 Estos son los mandamientos que Yahveh encomendó a Moisés para
los hijos de Israel en el monte Sinaí.