Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Daniel 2, 30-33

30 A mí, sin que yo posea más sabiduría que cualquier otro ser
viviente, se me ha revelado este misterio con el solo fin de dar a conocer al
rey su interpretación y de que tú conozcas los pensamientos de tu corazón.

31 «Tú, oh rey, has tenido esta visión: una estatua, una enorme
estatua, de extraordinario brillo, de aspecto terrible, se levantaba ante ti.

32 La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de
plata, su vientre y sus lomos de bronce,

33 sus piernas de hierro, sus pies parte de hierro y parte de arcilla.