Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Daniel 5, 1-10

1 El rey Baltasar dio un gran festín en honor de sus mil dignatarios, y,
en presencia de estos mil, bebió vino.

2 Bajo el efecto del vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata
que su padre Nabucodonosor se había llevado del Templo de Jerusalén,
para que bebieran en ellos el rey, sus dignatarios, sus mujeres y
sus
concubinas.

3 Se trajeron, pues, los vasos de oro y plata tomados de la Casa
de
Dios en Jerusalén, y en ellos bebieron el rey, sus dignatarios, sus mujeres y
sus concubinas.

4 Bebieron vino y alabaron a sus dioses de oro y plata, de bronce y
hierro, de madera y piedra.


5 De pronto aparecieron los dedos de una mano humana que se
pusieron a escribir, detrás del candelabro, en la cal de la pared del palacio
real, y el rey vio la palma de la mano que escribía.

6 Entonces el rey cambió de color, sus pensamientos le turbaron, las
articulaciones de sus caderas se le relajaron y sus rodillas se
pusieron a
castañetear.

7 Y el rey mandó a buscar a gritos a los adivinos, caldeos y astrólogos.
Tomó el rey la palabra y dijo a los sabios de Babilonia: «El que lea este
escrito y me dé a conocer su interpretación, será vestido de púrpura, se le
pondrá al cuello un collar de oro, y mandará como tercero en el reino.»

8 Vinieron, pues, todos los sabios del rey; pero no pudieron leer el
escrito ni declarar al rey su interpretación.

9 El rey Baltasar se turbó mucho y su semblante cambió de color;
también sus dignatarios quedaron desconcertados.

10 En la sala del festín entró la reina, enterada por las palabras del rey
y de sus dignatarios. Y dijo la reina: «¡Viva el rey eternamente!
No te
turben tus pensamientos ni tu semblante cambie de color.