Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Deuteronomio 1, 20-37

20 Yo os dije: «Ya habéis llegado a la montaña de los amorreos que
Yahveh nuestro Dios nos da.

21 Mira: Yahveh tu Dios ha puesto ante ti este país. Sube a tomar
posesión de él como te ha dicho Yahveh el Dios de tus padres; no tengas
miedo ni te asustes».

22 Pero todos vosotros os acercasteis a decirme: «Enviemos delante
de nosotros hombres para que exploren el país y nos den noticias sobre el
camino por donde hemos de subir y sobre las ciudades en que podemos
entrar.»

23 Me pareció bien la propuesta y tomé de entre vosotros doce
hombres, uno por tribu.


24 Partieron y subieron a la montaña; llegaron hasta el valle de Eskol
y lo exploraron.

25 Tomaron en su mano frutos del país, nos los trajeron, y nos
informaron: «Buena tierra es la que Yahveh nuestro Dios nos da.»

26 Pero vosotros os negasteis a subir; os rebelasteis contra la orden de
Yahveh vuestro Dios,

27 y os pusisteis a murmurar en vuestras tiendas: «Por el odio que nos
tiene nos ha sacado Yahveh de Egipto, para entregarnos en manos de
los
amorreos y destruirnos.

28 ¿Adónde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han
descorazonado al decir: Es un pueblo más grande y corpulento
que
nosotros, las ciudades son grandes y sus murallas llegan hasta el
cielo. Y
hasta anaquitas hemos visto allí.»

29 Yo os dije: «No os asustéis, no tengáis miedo de ellos.

30 Yahveh vuestro Dios, que marcha a vuestro frente, combatirá por
vosotros, como visteis que lo hizo en Egipto,

31 y en el desierto, donde has visto que Yahveh tu Dios te llevaba
como un hombre lleva a su hijo, a todo lo largo del camino que
habéis
recorrido hasta llegar a este lugar.»

32 Pero ni aun así confiasteis en Yahveh vuestro Dios,

33 que era el que os precedía en el camino y os buscaba lugar donde
acampar, con el fuego durante la noche para alumbrar el camino que debíais
seguir, y con la nube durante el día.

34 Yahveh oyó encolerizado vuestras palabras y juró así:

35 «Ni un solo hombre de esta generación perversa verá la tierra
buena que yo juré dar a vuestros padres,

36 excepto Caleb, hijo de Yefunné: él la verá, y yo le daré a él y a sus
hijos la tierra que ha pisado, porque siguió cabalmente a Yahveh.»

37 Por culpa vuestra Yahveh se irritó también contra mí y me dijo:

«Tampoco tú entrarás allí.