Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiastés 3, 5-22

5 Su tiempo el lanzar piedras, y su tiempo el recogerlas; su tiempo el
abrazarse, y su tiempo el separarse.

6 Su tiempo el buscar, y su tiempo el perder; su tiempo el guardar, y
su tiempo el tirar.

7 Su tiempo el rasgar, y su tiempo el coser; su tiempo el callar, y su
tiempo el hablar.

8 Su tiempo el amar, y su tiempo el odiar; su tiempo la guerra, y su
tiempo la paz.

9 ¿Qué gana el que trabaja con fatiga?

10 He considerado la tarea que Dios ha puesto a los humanos para que
en ella se ocupen.

11 El ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo; también ha
puesto el mundo en sus corazones, sin que el hombre llegue a descubrir la
obra que Dios ha hecho de principio a fin.

12 Comprendo que no hay para el hombre más felicidad que alegrarse
y buscar el bienestar en su vida.

13 Y que todo hombre coma y beba y disfrute bien en medio de sus
fatigas, eso es don de Dios.

14 Comprendo que cuanto Dios hace es duradero. Nada hay que
añadir ni nada que quitar. Y así hace Dios que se le tema.

15 Lo que es, ya antes fue; lo que será, ya es. Y Dios restaura
lo
pasado.

16 Todavía más he visto bajo el sol: en la sede del derecho, allí está la
iniquidad; y en el sitial del justo, allí el impío.

17 Dije en mi corazón: Dios juzgará al justo y al impío, pues allí hay
un tiempo para cada cosa y para toda obra.

18 Dije también en mi corazón acerca de la conducta de los humanos:
sucede así para que Dios los pruebe y les demuestre que son como bestias.

19 Porque el hombre y la bestia tienen la misma suerte: muere el uno
como la otra; y ambos tienen el mismo aliento de vida. En nada aventaja el
hombre a la bestia, pues todo es vanidad.

20 Todos caminan hacia una misma meta; todos han salido del polvo y
todos vuelven al polvo.

21 ¿Quién sabe si el aliento de vida de los humanos asciende hacia
arriba y si el aliento de vida de la bestia desciende hacia abajo, a la
tierra?

22 Veo que no hay para el hombre nada mejor que gozarse en sus
obras, pues esa es su paga. Pero ¿quién le guiará a contemplar lo que ha de
suceder después de él?