Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 2, 4-4

4 Antes de todo estaba creada la Sabiduría, la inteligente prudencia
desde la eternidad.

6 La raíz de la sabiduría ¿a quién fue revelada?, sus recursos, ¿quién
los conoció?

8 Sólo uno hay sabio, en extremo temible, el que en su trono está
sentado.

9 El Señor mismo la creó, la vio y la contó y la derramó sobre todas
sus obras,

10 en toda carne conforme a su largueza, y se la dispensó a los que le

aman.

11 Gloria es y orgullo el temor del Señor, contento y corona de júbilo.
12 El temor del Señor recrea el corazón, da contento y recocijo y

largos días.

13 Para el que teme al Señor, todo irá bien al fin, en el día de
su
muerte se le bendecirá.

14 Principio de la sabiduría es temer al Señor, fue creada en el seno
materno juntamente con los fieles.

15 Entre los hombres puso su nido, fundación eterna, y con su linaje
se mantendrá fielmente.


16 Plenitud de la sabiduría es temer al Señor, ella les embriaga de sus
frutos.

17 Toda su casa colma de cosas deseables, y de sus productos sus
graneros.

18 Corona de la sabiduría el temor del Señor, ella hace florecer paz y
buena salud.

19 (El la vio y la contó), ciencia y conocimiento inteligente hizo
llover, y la gloria de los que la poseen exaltó.

20 Raíz de la sabiduría es temer al Señor, sus ramas, los largos días.
22 No puede justificarse la pasión del injusto, que el impulso de su

pasión le hace caer.

23 Hasta su hora aguanta el que es paciente, mas después se le brinda
contento.

24 Hasta su hora oculta sus palabras, y entonces muchos labios
prolamarán su inteligencia.

25 En los tesoros de la sabiduría están las máximas de la ciencia, mas
abominación para el pecador es la piedad para con Dios.

26 Si apeteces sabiduría, guarda los mandamientos, y el Señor te la
dispensará.

27 Pues sabiduría y enseñanza es el temor del Señor; su
complacencia, la fidelidad y mansedumbre.

28 No seas indócil al temor del Señor, ni te acerques a él con corazón
partido.

29 No seas hipócrita delante de los hombres, pon guardia a tus labios.

30 No te exaltes a ti mismo, para no caer y acarrearte deshonra,
porque el Señor revelaría tus secretos y en medio de la asamblea te echaría
por tierra, por no haberte llegado al temor del Señor, porque tu corazón está
lleno de fraude.