Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 30, 1-14

1 Quien hace misericordia, presta al prójimo, quien le apoya con su
mano, guarda los mandamientos.

2 Presta a tu prójimo cuando se halle en necesidad, y por tu parte
restituye a tiempo al prójimo.

3 Mantén tu palabra y ten confianza en él, y en toda ocasión
encontrarás lo que necesitas.

4 Muchos consideran el préstamo como una ganga, y a los que les
han socorrido causan sinsabores.

5 Hasta que no recibe, besa las manos de su prójimo, y ante su dinero
humilla la voz; pero al tiempo de la restitución da largas, responde
con
palabras negligentes y echa la culpa a las circustancias.

6 Si puede, el otro recibirá apenas la mitad, y aun lo tendrá como una
ganga. Si no, se quedará sin su dinero, y se habrá ganado sin necesidad un
enemigo, que le devolverá maldiciones e injurias y le dará, en vez de gloria,
vilipendio.

7 Muchos, sin malicia, vuelven las espaldas, pues temen ser
despojados sin necesidad.

8 Pero con el humilde muéstrate paciente, y a tu limosna no des
largas.

9 En atención al mandamiento, acoge al indigente, según su
necesidad no le despidas vacío.

10 Gasta dinero por el hermano y el amigo, que no se te enroñe bajo
la piedra y lo pierdas.

11 Coloca tu tesoro según los mandamientos del Altísimo, y te dará
provecho más que el oro.

12 Encierra la limosna en tus graneros, ella te preservará de todo mal.
13 Mejor que recio escudo y que pesada lanza frente al enemigo

combatirá por ti.

14 El hombre bueno sale fiador de su prójimo, el que ha perdido la
vergüenza, lo deja abandonado.