Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 43, 1-13

1 Pero de lo que sigue no te avergüences, y no peques por tener
acepción de personas:

2 de la ley del Altísimo y de su alianza, del juicio que justifica a los
impíos,

3 de contar con compañero de viaje, de dar la herencia a compañeros,
4 de la exactitud de balanzas y pesas, de obtener grandes y pequeñas

ganancias,

5 de provecho en la venta a comerciantes, de la copiosa instrucción de
los hijos, de ensangrentar las costillas de un mal siervo.

6 Con mujer mala es bueno usar el sello, y, donde hay muchas manos,
echa la llave.


7 Lo que entregues, hazlo con cuenta y medida, el haber y el debe,
sea todo por escrito.

8 No te avergüences de enseñar al tonto y al necio, y al viejo acabado
juzgado como joven. Serás entonces de verdad educado, y estimado de todo
viviente.

9 Una hija es para el padre un secreto desvelo, aleja el sueño la
inquietud por ella. En su juventud, miedo a que se le pase la edad, si está
casada, a que sea aborrecida.

10 Cuando virgen, no sea mancillada y en la casa paterna quede
encinta. Cuando casada, a que sea infiel, cohabitando, a que sea estéril.

11 Sobre la hija desenvuelta refuerza la vigilancia, no sea que te haga
la irrisión de tus enemigos, comidilla en la ciudad, corrillos en el pueblo, y
ante el vulgo espeso te avergüence.

12 De ningún hombre te quedes mirando la belleza, y entre mujeres
no te sientes.

13 Porque de los vestidos sale la polilla, y de la mujer la malicia
femenina.