Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Esdras 10, 1-20

1 Mientras Esdras, llorando y prosternado ante la Casa de Dios, oraba
y hacía esta confesión, una inmensa asamblea de Israel, hombres, mujeres
y niños, se había reunido en torno a él: y este pueblo lloraba copiosamente.

2 Entonces, Sekanías, hijo de Yejiel, de los hijos de Elam, dijo a
Esdras: «Hemos sido rebeldes a nuestro Dios, casándonos con mujeres
extranjeras, tomadas de entre las gentes del país. Ahora bien, a
pesar de
ello, todavía, hay una esperanza para Israel.

3 Hagamos alianza con nuestro Dios de despedir a todas las mujeres
extranjeras y a los hijos nacidos de ellas, conforme al consejo de mi señor
y de los temerosos de los mandamientos de nuestro Dios. Hágase según la
Ley.

4 Levántate, que este asunto te incumbe a ti; nosotros estaremos a tu
lado. ¡Animo y manos a la obra!»

5 Entonces Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes
y de los levitas y a todo Israel que harían conforme a lo dicho; y lo juraron.
6 Luego Esdras se retiró de delante de la Casa de Dios y se fue
al
aposento de Yehojanán, hijo de Elyasib, donde pasó la noche sin
comer

pan ni beber agua, haciendo duelo a causa de la rebeldía de los deportados.
7 Se publicó un bando en Judá y Jerusalén a todos los deportados para

que se reunieran en Jerusalén.

8 Todo aquel que no viniera en el plazo de tres días, según el consejo
de los jefes y de los ancianos, vería consagrada al anatema toda su hacienda
y sería él mismo excluido de la asamblea de los deportados.

9 Todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron, pues, en
Jerusalén en el plazo de tres días: era el día veinte del mes noveno; todo el
pueblo se situó en la plaza de la Casa de Dios, temblando, debido al caso, y
también porque llovía a cántaros.

10 Entonces el sacerdote Esdras se levantó y les dijo: «Habéis sido
rebeldes al casaros con mujeres extranjeras, aumentando así el delito
de
Israel.

11 Ahora, pues, dad gracias a Yahveh, Dios de vuestros padres, y
cumplid su voluntad separándoos de las gentes del país y de las
mujeres
extranjeras.»

12 Toda la asamblea respondió en alta voz: Sí; haremos como tú
dices;

13 sólo que el pueblo es numeroso, y estamos en la estación de las
lluvias: no podemos soportar la intemperie; además, no se trata de una cosa
de un día o dos, porque somos muchos los que hemos incurrido en
este
pecado.

14 Nuestros jefes podrían representar a toda la asamblea: todos los que
en nuestras ciudades se hayan casado con mujeres extranjeras, vendrían a
plazos fijados, acompañados de los ancianos y los jueces de cada
ciudad,
hasta que hayamos apartado de nosotros el furor de la cólera de
nuestro
Dios por causa de este asunto.»

15 Sólo Jonatán, hijo de Asahel, y Yajzeías, hijo de Tiqvá, se
opusieron a esto, apoyados por Mesullam y el levita Sabtay.


16 Los deportados actuaron según lo convenido. El sacerdote Esdras
escogió como colaboradores a los cabezas de familia, según sus casas, todos
ellos designados nominalmente. Se comenzaron las sesiones para examinar
el caso el día uno del décimo mes.

17 Y el día uno del primer mes se había terminado ya con todos los
hombres que estaban casados con mujeres extranjeras.

18 Entre los sacerdotes, se halló que se habían casado con mujeres
extranjeras los siguientes: entre los hijos de Josué, hijo de Yosadaq, y entre
sus hermanos: Maaseías, Eliezer, Yarib y Guedalías;

19 éstos se comprometieron bajo juramento a despedir a sus mujeres,
y ofrecieron por su delito un carnero en sacrificio de reparación.

20 Entre los hijos de Immer: Jananí y Zebadías.