Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Esdras 9, 8-12

8 Mas ahora, en un instante, Yahveh nuestro Dios nos ha concedido la
gracia de dejarnos un Resto y de darnos una liberación en su lugar santo:
nuestro Dios ha iluminado así nuestros ojos y nos ha reanimado en medio
de nuestra esclavitud.

9 Porque esclavos fuimos nosotros, pero en nuestra esclavitud nuestro
Dios no nos ha abandonado; nos ha granjeado el favor de los reyes
de
Persia, dándonos ánimos para levantar de nuevo la Casa de nuestro Dios y
restaurar sus ruinas y procurándonos un valladar seguro en
Judá y
Jerusalén.

10 Pero ahora, Dios nuestro, ¿qué vamos a decir, si, después de todo
esto, hemos abandonado tus mandamientos,

11 que por medio de tus siervos los profetas tú habías prescrito en
estos términos: “La tierra en cuya posesión vais a entrar es una
tierra
manchada por la inmundicia de las gentes de la tierra, por
las
abominaciones con que la han llenado de un extremo a otro con su
impureza?

12 Así pues, no deis vuestras hijas a sus hijos ni toméis sus hijas para
vuestros hijos; no busquéis nunca su paz ni su bienestar, a fin de que podáis
haceros fuertes, comáis los mejores frutos de la tierra y la dejéis en herencia
a vuestros hijos para siempre.”