Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 20, 1-14

1 El año séptimo, el día diez del quinto mes, algunos de los ancianos
de Israel vinieron a consultar a Yahveh y se sentaron ante mí.

2 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

3 Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel. Les dirás: Así dice el
Señor Yahveh: ¿A consultarme venís? Por mi vida, que no me dejaré
consultar por vosotros, oráculo del Señor Yahveh.

4 ¿Vas a juzgarlos? ¿Vas a juzgar, hijo de hombre? Hazles saber las
abominaciones de sus padres.

5 Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: El día que yo elegí a
Israel,
alcé mi mano hacia la raza de la casa de Jacob, me manifesté a ellos en el
país de Egipto, y levanté mi mano hacia ellos diciendo: Yo soy
Yahveh,
vuestro Dios.

6 Aquel día alcé mi mano hacia ellos jurando sacarlos del país de
Egipto hacia una tierra que había explorado para ellos, que mana leche y
miel, la más hermosa de todas las tierras.

7 Y les dije: Arrojad cada uno los monstruos que seducen vuestros
ojos, no os contaminéis con las basuras de Egipto; yo soy Yahveh, vuestro
Dios.

8 Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme.
Ninguno arrojó los monstruos que seducían sus ojos; ninguno abandonó las
basuras de Egipto. Pensé entonces, derramar mi furor sobre
ellos y
desahogar en ellos mi cólera, en medio del país de Egipto.

9 Pero tuve consideración a mi nombre y procedí de modo que no
fuese profanado a los ojos de las naciones entre las que
ellos se
encontraban, y a la vista de las cuales me había manifestado a
ellos,
sacándolos del país de Egipto.

10 Por eso, los saqué del país de Egipto y los conduje al desierto.

11 Les di mis preceptos y les di a conocer mis normas, por las que el
hombre vive, si las pone en práctica.

12 Y les di además mis sábados como señal entre ellos y yo, para que
supieran que yo soy Yahveh, que los santifico.


13 Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no
se
condujeron según mis preceptos, rechazaron mis normas por las que vive el
hombre, si las pone en práctica, y no hicieron más que profanar mis
sábados. Entonces pensé en derramar mi furor sobre ellos en el
desierto,
para exterminarlos.

14 Pero tuve consideración a mi nombre, y procedí de modo que no
fuese profanado a los ojos de las naciones, a la vista de las cuales los había
sacado.