Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 47, 2-14

2 Luego me hizo salir por el pórtico septentrional y dar la vuelta por el
exterior, hasta el pórtico exterior que miraba hacia oriente, y he aquí que el
agua fluía del lado derecho.

3 El hombre salió hacia oriente con la cuerda que tenía en la mano,
midió mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta los tobillos.

4 Midió otros mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta
las rodillas. Midió mil más y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta la
cintura.

5 Midió otros mil: era ya un torrente que no pude atravesar, porque el
agua había crecido hasta hacerse un agua de pasar a nado, un torrente que
no se podía atravesar.

6 Entonces me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?» Me condujo, y
luego me hizo volver a la orilla del torrente.

7 Y a volver vi que a la orilla del torrente había gran cantidad
de
árboles, a ambos lados.

8 Me dijo: «Esta agua sale hacia la región oriental, baja a la
Arabá,
desemboca en el mar, en el agua hedionda, y el agua queda saneada.

9 Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se
mueva vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra
esta agua lo sanea todo, y la vida prospera en todas partes adonde llega el
torrente.

10 A sus orillas vendrán los pescadores; desde Engadí hasta
Eneglayim se tenderán redes. Los peces serán de la misma especie que los
peces del mar Grande, y muy numerosos.

11 Pero sus marismas y sus lagunas no serán saneadas, serán
abandonadas a la sal.

12 A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda clase de
árboles frutales cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán:
producirán todos los meses frutos nuevos, porque esta agua viene del
santuario. Sus frutos servirán de alimento, y sus hojas de medicina.»

13 Así dice el Señor Yahveh: Esta es la frontera de la tierra que
os
repartiréis entre las doce tribus de Israel, dando a José dos partes.

14 Recibiréis cada uno por igual vuestra parte, porque yo juré, mano
en alto, dársela a vuestros padres, y esta tierra os pertenecerá en heredad.