Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 18, 6-21

6 Abraham se dirigió presuroso a la tienda, a donde Sara, y le
dijo:

«Apresta tres arrobas de harina de sémola, amasa y haz unas tortas.»

7 Abraham, por su parte, acudió a la vacada y apartó un becerro tierno
y hermoso, y se lo entregó al mozo, el cual se apresuró a aderezarlo.

8 Luego tomó cuajada y leche, junto con el becerro que había
aderezado, y se lo presentó, manteniéndose en pie delante de ellos bajo el
árbol. Así que hubieron comido

9 dijéronle: «¿Dónde está tu mujer Sara?» - «Ahí, en la tienda»,
contestó.

10 Dijo entonces aquél: «Volveré sin falta a ti pasado el tiempo de un
embarazo, y para entonces tu mujer Sara tendrá un hijo.» Sara lo
estaba
oyendo a la entrada de la tienda, a sus espaldas.

11 Abraham y Sara eran viejos, entrados en años, y a Sara se le había
retirado la regla de las mujeres.

12 Así que Sara rió para sus adentros y dijo: «Ahora que estoy pasada,

¿sentiré el placer, y además con mi marido viejo?».

13 Dijo Yahveh a Abraham. «¿Cómo así se ha reído Sara, diciendo:
“¡Seguro que voy a parir ahora de vieja!”?

14 ¿Es que hay nada milagroso para Yahveh? En el plazo fijado
volveré, al término de un embarazo, y Sara tendrá un hijo.»

15 Sara negó: «No me he reído», y es que tuvo miedo. Pero aquél dijo:

«No digas eso, que sí te has reído.»

16 Levantáronse de allí aquellos hombres y tomaron hacia Sodoma, y
Abraham les acompañaba de despedida.

17 Dijo entonces Yahveh: «¿Por ventura voy a ocultarle a Abraham lo
que hago,

18 siendo así que Abraham ha de ser un pueblo grande y poderoso, y
se bendecirán por él los pueblos todos de la tierra?

19 Porque yo le conozco y sé que mandará a sus hijos y a su
descendencia que guarden el camino de Yahveh, practicando la justicia y el


derecho, de modo que pueda concederle Yahveh a Abraham lo que le tiene
apalabrado.»

20 Dijo, pues, Yahveh: «El clamor de Sodoma y de Gomorra es
grande; y su pecado gravísimo.

21 Ea, voy a bajar personalmente, a ver si lo que han hecho responde
en todo al clamor que ha llegado hasta mí, y si no, he de saberlo.»