Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 24, 30-39

30 En efecto, en cuanto vio el anillo y los brazaletes en los brazos de
su hermana, y oyó decir a su hermana Rebeca: «Así me ha hablado aquel
hombre», se llegó a donde él. Le encontró todavía junto a los
camellos
cerca de la fuente,

31 y le dijo: «Ven, bendito de Yahveh. ¿Por qué te quedas parado
fuera, si yo he desocupado la casa y he hecho sitio para los camellos?»


32 El hombre entró en la casa, y Labán desaparejó los camellos, les
dio paja y forraje, y al hombre y a sus acompañantes agua para lavarse los
pies.

33 Después les sirvió de comer, pero el otro dijo: «No comeré hasta
no haber dicho lo que tengo que decir.» A lo que respondió Labán:

«Habla.»

34 «Yo soy, dijo, siervo de Abraham.

35 Yahveh ha bendecido con largueza a mi señor, que se ha hecho
rico, pues le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y
esclavas,
camellos y asnos.

36 Y Sara, la mujer de mi señor, envejecida ya, dio a luz un hijo a mi
señor, que le ha cedido todo cuanto posee.

37 En cuanto a mí, mi señor me ha tomado juramento, diciendo: “No
tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos en cuyo país
resido.

38 ¡Como no vayas a casa de mi padre y a mi parentela a tomar mujer
para mi hijo...!”

39 Yo dije a mi señor: “¿Y si acaso no me sigue la mujer?”