Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hebreos 10, 2-20

2 De otro modo, ¿no habrían cesado de ofrecerlos, al no tener ya
conciencia de pecado los que ofrecen ese culto, una vez purificados?

3 Al contrario, con ellos se renueva cada año el recuerdo de los
pecados,

4 pues es imposible que sangre de toros y machos cabríos borre
pecados.

5 Por eso, al entrar en este mundo, dice: = Sacrificio y oblación
no
quisiste; pero me has formado un cuerpo. =

6 = Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. =

7 = Entonces dije: ¡He aquí que vengo - pues de mí está escrito en el
rollo del libro - a hacer, oh Dios, tu voluntad! =

8 Dice primero: = Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios
por el pecado no los quisiste ni te agradaron = - cosas todas
ofrecidas
conforme a la Ley -

9 = entonces = - añade -: = He aquí que vengo a hacer tu voluntad. =
Abroga lo primero para establecer el segundo.

10 Y en virtud de esta = voluntad = somos santificados, merced a la =
oblación = de una vez para siempre del = cuerpo = de Jesucristo.

11 Y, ciertamente, todo sacerdote está en pie, día tras día, oficiando y
ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios, que nunca pueden borrar
pecados.

12 El, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un solo
sacrificio, = se sentó a la diestra de Dios para siempre, =

13 esperando desde entonces = hasta que sus enemigos sean puestos
por escabel de sus pies. =


14 En efecto, mediante una sola oblación ha llevado a la perfección
para siempre a los santificados.

15 También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Porque,
después de haber dicho:

16 = Esta es la Alianza que pactaré con ellos después de aquellos días,
dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en su mente las grabaré,

=

17 añade: = Y de sus pecados = e iniquidades = no me acordaré ya. =
18 Ahora bien, donde hay remisión de estas cosas, ya no hay más

oblación por el pecado.

19 Teniendo, pues, hermanos, plena seguridad para entrar en el
santuario en virtud de la sangre de Jesús,

20 por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a
través del velo, es decir, de su propia carne,