Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 17, 21-27

21 Todos los atenienses y los forasteros que allí residían en ninguna
otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad.

22 Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que
vosotros sois, por todos los conceptos, los más respetuosos de la divinidad.

23 Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he
encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: «Al
Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo
a anunciar.

24 «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor
del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por
manos
humanas,

25 ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera
necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas.

26 El creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que
habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los
límites del lugar donde habían de habitar,

27 con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas
la
buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de
nosotros;