Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 20, 20-25

20 cómo no me acobardé cuando en algo podía seros útil; os predicaba
y enseñaba en público y por las casas,

21 dando testimonio tanto a judíos como a griegos para que se
convirtieran a Dios y creyeran en nuestro Señor Jesús.

22 «Mirad que ahora yo, encadenado en el espíritu, me dirijo a
Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá;

23 solamente sé que en cada ciudad el Espíritu Santo me testifica que
me aguardan prisiones y tribulaciones.

24 Pero yo no considero mi vida digna de estima, con tal que termine
mi carrera y cumpla el ministerio que he recibido del Señor Jesús, de dar
testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.

25 «Y ahora yo sé que ya no volveréis a ver mi rostro ninguno de
vosotros, entre quienes pasé predicando el Reino.