Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 8, 18-26

18 Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los
apóstoles se daba el Espíritu, les ofreció dinero diciendo:

19 «Dadme a mí también este poder para que reciba el Espíritu Santo
aquel a quien yo imponga las manos.»

20 Pedro le contestó: «Vaya tu dinero a la perdición y tú con él; pues
has pensado que el don de Dios se compra con dinero.

21 En este asunto no tienes tú parte ni herencia, pues tu corazón no es
recto delante de Dios.

22 Arrepiéntete, pues, de esa tu maldad y ruega al Señor, a ver si se te
perdona ese pensamiento de tu corazón;


23 porque veo que tú estás en hiel de amargura y en ataduras de
iniquidad.»

24 Simón respondió: «Rogad vosotros al Señor por mí, para que no
venga sobre mí ninguna de esas cosas que habéis dicho.»

25 Ellos, después de haber dado testimonio y haber predicado la
Palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén evangelizando muchos pueblos
samaritanos.

26 El Ángel del Señor habló a Felipe diciendo: «Levántate y marcha
hacia el mediodía por el camino que baja de Jerusalén a Gaza. Es desierto.»