Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 28, 9-28

9 «¿A quién se instruirá en el conocimiento? ¿a quién se le hará
entender lo que oye? A los recién destetados, a los retirados de los pechos.

10 Porque dice: = Sau la sau, sau la sau, cau la cau, cau la cau, zeer
sam, zeer sam. =»

11 Sí, con palabras extrañas y con lengua extranjera hablará a este
pueblo

12 él, que les había dicho: «¡Ahora, descanso! Dejad reposar al
fatigado. ¡Ahora, calma!» Pero ellos no han querido escuchar.

13 Ahora Yahveh les dice: «= Sau la sau, sau la sau, cau la cau, cau la
cau, zeer sam, zeer sam =», de suerte que vayan y caigan hacia atrás y se
fracturen, caigan en la trampa y sean presos.

14 Por tanto oíd la palabra de Yahveh, hombres burlones, señores de
este pueblo de Jerusalén.


15 Porque habéis dicho: «Hemos celebrado alianza con la muerte, y
con el seol hemos hecho pacto, cuando pasare el azote desbordado, no nos
alcanzará, porque hemos puesto la mentira por refugio nuestro y en el
engaño nos hemos escondido.»

16 Por eso, así dice el Señor Yahveh: «He aquí que yo pongo por
fundamento en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental:
quien tuviere fe en ella no vacilará.

17 Pondré la equidad como medida y la justicia como nivel.» Barrerá
el granizo el refugio de mentira y las aguas inundarán el escondite.

18 Será rota vuestra alianza con la muerte y vuestro pacto con el seol
no se mantendrá. Cuando pasare el azote desbordado, os aplastará.

19 Siempre que pase os alcanzará. Porque mañana tras mañana pasará,
de día y de noche, y habrá estremecimiento sólo con oírlo.

20 La cama será corta para poder estirarse y el cobertor será estrecho
para poder taparse.

21 Porque como en el monte Perasim surgirá Yahveh, como en el
valle de Gabaón se enfurecerá para hacer su acción, su extraña
acción, y
para trabajar su trabajo, su exótico trabajo.

22 Ahora no os burléis, no sea que se aprieten vuestras ligaduras.
Porque cosa concluida y decidida he oído de parte de Yahveh Sebaot,
tocante a toda la tierra.

23 Escuchad y oíd mi voz, atended y oíd mi palabra.

24 ¿Acaso cada día ara al arador para sembrar, abre y rompe su
terreno?

25 Luego que ha igualado su superficie, ¿no esparce la neguilla, y
desparrama el comino, y pone trigo, cebada y espelta, cada cosa en
su
tablar?

26 Quien le enseña esta usanza, quien le instruye es su Dios.

27 Porque no con el trillo es trillada la neguilla, ni se hace girar rueda
de carreta sobre el comino; sino que con el bastón es apaleada la neguilla, y
el comino con la vara.

28 ¿Se tritura el grano? No. No se le trilla indefinidamente; se hace
girar la rueda de la carreta, y se le limpia, pero sin triturarlo.