Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 37, 27-36

27 Sus habitantes, de débiles manos, confusos y aterrados, son planta
del campo, verdor de hierba, hierba de tejados, pasto quemado por el viento
de Oriente.

28 Si te alzas o te sientas, si sales o entras, yo lo sé; (y que te alzas
airado contra mí).

29 Pues que te alzas airado contra mí y tu arrogancia ha subido a mis
oídos, voy a poner mi anillo en tus narices, mi brida en tu boca, y
voy a
devolverte por la ruta por la que has venido.

30 La señal será ésta: Este año se comerá lo que rebrote, lo que nazca
de sí al año siguiente. Al año tercero sembrad y segad, plantad las viñas y
comed su fruto.

31 El resto que se salve de la casa de Judá echará raíces por debajo y
fruto en lo alto.

32 Pues saldrá un Resto de Jerusalén, y supervivientes del monte Sión;
el celo de Yahveh Sebaot lo hará.

33 Por eso, así dice Yahveh del rey de Asiria: No entrará en esta
ciudad, no lanzará flechas en ella, no le opondrá escudo, ni alzará en contra
de ella empalizada.

34 Volverá por la ruta que ha traído. No entrará en esta ciudad,
oráculo de Yahveh.

35 Yo protegeré a esta ciudad para salvarla, por quien soy y por mi
siervo David.»

36 Aquella misma noche salió el Angel de Yahveh e hirió en el
campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres; a la hora de
despertarse, por la mañana, no había más que cadáveres.