Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 18, 15-23

15 Pues bien, mi pueblo me ha olvidado. A la Nada inciensan. Han
tropezado en sus caminos, aquellos senderos de siempre, para irse por
trochas, por camino no trillado.

16 Es para trocar su tierra en desolación, en eterna rechifla: todo
el
que pasare se asombrará de ella y meneará la cabeza.

17 Como el viento solano los esparciré delante del enemigo. La
espalda, que no la cara, les mostraré el día de su infortunio.

18 Entonces dijeron: «Venid y tramemos algo contra Jeremías, porque
no va a faltarle la ley al sacerdote, el consejo al sabio, ni al
profeta la
palabra. Venid e hirámosle por su propia lengua: no estemos atentos a todas
sus palabras.»

19 Estáte atento a mí, Yahveh, y oye lo que dicen mis contrincantes.
20 ¿Es que se paga mal por bien? (Porque han cavado una hoya para

mi persona.) Recuerda cuando yo me ponía en tu presencia para hablar en
bien de ellos, para apartar tu cólera de ellos.

21 Por tanto, entrega a sus hijos al hambre y desángralos a filo de
espada; queden sus mujeres sin hijos y viudas, sean sus varones asesinados,
sus mancebos acuchillados en la guerra.

22 Oigase griterío en sus casas, cuando traigas sobre ellos pillaje
repentino. Porque han cavado una hoya para prenderme, y trampas han
escondido para mis pies.

23 Pero tú, Yahveh, conoces todo su plan de muerte contra mí. ¡No
disimules su culpa, no borres de tu presencia su pecado! ¡Que caigan ante ti,
al tiempo de tu ira, descarga en ellos!