Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 3, 1-10

1 «Supongamos que despide un marido a su mujer; ella se va de su
lado y es de otro hombre: ¿podrá volver a él? ¿no sería como una
tierra
manchada?» Pues bien, tú has fornicado con muchos compañeros, ¡y vas a
volver a mí! - oráculo de Yahveh -.

2 Alza los ojos a los calveros y mira: ¿en dónde no fuiste gozada? A la
vera de los caminos te sentabas para ellos, como el árabe en el desierto, y
manchaste la tierra con tus fornicaciones y malicia.

3 Se suspendieron las lloviznas de otoño, y faltó lluvia tardía; pero tú
tenías rostro de mujer descarada, rehusaste avergonzarte.

4 ¿Es que entonces mismo no me llamabas: «Padre mío; el amigo de
mi juventud eres tú?;

5 ¿tendrá rencor para siempre?, ¿lo guardará hasta el fin?» Ahí tienes
cómo has hablado; las maldades que hiciste las has colmado.

6 Yahveh me dijo en tiempos del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo
Israel, la apóstata? Andaba ella sobre cualquier monte elevado y
bajo
cualquier árbol frondoso, fornicando allí.

7 En vista de lo que había hecho, dije: «No vuelvas a mí.» Y no
volvió. Vio esto su hermana Judá, la pérfida;

8 vio que a causa de todas las fornicaciones de Israel, la apóstata, yo la
había despedido dándole su carta de divorcio; pero no hizo caso su hermana
Judá, la pérfida, sino que fue y fornicó también ella,

9 tanto que por su liviandad en fornicar manchó la tierra, y fornicó con
la piedra y con el leño.

10 A pesar de todo, su hermana Judá, la pérfida, no se volvió a mí de
todo corazón, sino engañosamente - oráculo de Yahveh.