Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 46, 2-21

2 Para Egipto. Sobre el ejército del Faraón Nekó, rey de Egipto, que

estuvo sobre el río Eufrates, en Karkemis, al cual batió Nabucodonosor, rey
de Babilonia, el año cuarto de Yoyaquim, hijo de Josías, rey de Judá.

3 Ordenad escudo y pavés, y avanzad a la batalla.

4 Uncid los caballos y montad, caballeros. Poneos firmes con los
cascos, pulid las lanzas, vestíos las cotas.

5 ¡Pero qué veo! Ellos se desmoralizan, retroceden, y sus valientes son
batidos y huyen a la desbandada sin dar la cara. Terror por doquier - oráculo
de Yahveh -.

6 No huirá el ligero, ni escapará el valiente: al norte, a la
orilla del
Eufrates, tropezaron y cayeron.

7 ¿Quién es ése que como el Nilo sube, y como los ríos
de
entrechocantes aguas?


8 Egipto como el Nilo sube, y como ríos de entrechocantes aguas. Y
dice: «Voy a subir, voy a cubrir la tierra. Haré perecer a la ciudad y a los
que viven en ella.

9 Subid, caballos, y enfureceos, carros, y salgan los valientes de Kus y
de Put que manejan escudo, y los ludios que asestan el arco.»

10 Aquel día será para el Señor Yahveh, día de venganza para
vengarse de sus adversarios. Devorará la espada y se hartará y se abrevará
de su sangre; pues será la matanza de Yahveh Sebaot en la tierra del norte,
cabe el río Eufrates.

11 Sube a Galaad y recoge bálsamo, virgen, hija de Egipto; en vano
menudeas las curas: alivio no hay para ti.

12 Han oído las naciones tu deshonra, y tu alarido llenó la tierra,
porque valiente contra valiente tropezaron, a una cayeron entrambos.

13 La palabra que habló Yahveh al profeta Jeremías acerca de la
venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para atacar a Egipto.

14 Anunciad en Egipto y hacedlo oír en Migdol, y hacedlo en Nof y
en Tafnis. Decid: Tente tieso y erguido, que ha devorado la espada
tus
contornos.

15 ¡Cómo es que ha huido Apis y tu forzudo no se ha sostenido! Es
que Yahveh le empujó.

16 Hizo menudear los tropezones, hasta hacer caer al uno sobre el
otro; y decía: «Arriba, y volvamos a nuestro pueblo y a nuestra patria, ante
la espada irresistible.»

17 Llamad a Faraón, rey de Egipto: «Ruido. - Dejó pasar la ocasión.»
18 ¡Por vida mía! - oráculo del Rey cuyo nombre es Yahveh Sebaot -

que cual el Tabor entre los montes, y como el Carmelo sobre el mar ha de
venir.

19 Avíos de destierro haz para ti, población, hija de Egipto, porque
Nof parará en desolación, y quedará arrasada sin habitantes.

20 Novilla hermosísima era Egipto: un tábano del norte vino sobre

ella.

21 Asimismo sus mercenarios que había en ella eran como novillos de

engorde. Pues también ellos volvieron la cara, huyeron a una, sin pararse,
cuando el día de su infortunio les sobrevino, el tiempo de su castigo.