3 Porque subió contra ella una gente del norte, que va a convertir su
territorio en desolación, y no habrá en él habitante. Tanto personas
como
bestias emigraron, se fueron.
4 En aquellos días y en aquella sazón - oráculo de Yahveh - vendrán
los hijos de Israel, (y los hijos de Judá junto con ellos), andando y llorando,
en busca de Yahveh su Dios.
5 De Sión preguntaron por el camino, allá se dirigen: «Venid y
aliémonos a Yahveh con pacto eterno, inolvidable.»