Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 6, 19-30

19 oye, tierra: He aquí que traigo desgracia a este pueblo, como fruto

de sus pensamientos, porque a mis razones no atendieron, y por lo
que
respecta a mi Ley, la desecharon.

20 - ¿A qué traerme incienso de Seba y canela fina de país remoto? Ni
vuestros holocaustos me son gratos, ni vuestros sacrificios me complacen.

21 Por tanto, así dice Yahveh: Mirad que pongo a este pueblo
tropiezos y tropezarán en ellos padres e hijos a una, el vecino y su prójimo
perecerán.

22 Así dice Yahveh: Mirad que un pueblo viene de tierras del norte y
una gran nación se despierta de los confines de la tierra.

23 Arco y lanza blanden, crueles son y sin entrañas. Su voz como la
mar muge, y a caballo van montados, ordenados como un solo hombre para
la guerra contra ti, hija de Sión.

24 - Oímos su fama, flaquean nuestras manos, angustia nos asalta,
dolor como de parturienta.

25 No salgáis al campo, no andéis por el camino, que el enemigo lleva
espada: terror por doquier.

26 - Hija de mi pueblo, cíñete de sayal y revuélcate en ceniza, haz por
ti misma un duelo de hijo único, una endecha amarguísima, porque en
seguida viene el saqueador sobre nosotros.

27 - A ti te puse en mi pueblo por inquisidor sagaz para que
examinaras y probaras su conducta.

28 - Todos ellos son rebeldes que andan difamando; bronce y hierro;
todos son degenerados.

29 Jadeó el fuelle, el plomo se consumió por el fuego. En vano afinó
el afinador, porque la ganga no se desprendió.

30 Serán llamados «plata de desecho», porque Yahveh los desechó.