Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Job 5, 5-25

5 Su cosecha la devora un hambriento, pues Dios se la quita de los
dientes, y los sedientos absorben su fortuna.

6 No, no brota la iniquidad el polvo, ni germina del suelo la aflicción.
7 Es el hombre quien la aflicción engendra, como levantan el vuelo

los hijos del relámpago.

8 Yo por mí a Dios recurriría, expondría a Dios mi causa.

9 El es autor de obras grandiosas e insondables, de maravillas sin
número.

10 El derrama la lluvia sobre la haz de la tierra, y envía las aguas a los
campos.

11 Para poner en alto a los postrados, y que los míseros a la salud se
eleven,

12 las tramas de los astutos desbarata, y sus manos no logran sus
intrigas.

13 Prende a los sabios en su astucia, el consejo de los sagaces se hace
ciego.

14 En pleno día tropiezan con tinieblas, a mediodía van a tientas cual
si fuese de noche.

15 El salva al arruinado de sus fauces y al indigente de las manos del
violento.

16 Así el débil renace a la esperanza, y cierra su boca la injusticia.

17 ¡Oh sí, feliz el hombre a quien corrige Dios! ¡No desprecies, pues,
la lección de Sadday!

18 Pues él es el que hiere y el que venda la herida, el que llaga y luego
cura con su mano;

19 seis veces ha de librarte de la angustia, y a la séptima el mal no te
alcanzará.

20 Durante el hambre te salvará de la muerte, y en la guerra, del
alcance de la espada.

21 Estarás a cubierto del punzón de la lengua, sin miedo a la
devastación, cuando se acerque.

22 Te reirás de la sequía y de la helada, y no temerás a las bestias de la
tierra.

23 Pues con las piedras del campo harás alianza, la bestia salvaje
vivirá en paz contigo.

24 Sabrás que tu tienda está a cubierto, nada echarás en falta cuando
revises tu morada.

25 Sabrás que tu descendencia es numerosa, tus vástagos, como la
hierba de la tierra.