Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Judit 15, 3-12

3 También los que estaban acampados en la altura, sitiando a Betulia,
se dieron a la fuga; entonces, todos los hombres de guerra de Israel cayeron
sobre ellos.

4 Ozías mandó aviso a Betomestáin, a Bebé, Jobá y Kolá, y a toda la
montaña de Israel, dando noticia de cuanto había pasado, para que todos se
arrojaran sobre los enemigos y los exterminaran.

5 Cuando los israelitas lo supieron, todos, como un solo hombre, se
lanzaron sobre los asirios y los batieron hasta Jobá. También acudieron los
de Jerusalén y los de la montaña, porque también a ellos se les dio noticia
de lo sucedido en el campo enemigo; de igual modo, los de Galaad y
Galilea, atacándoles de flanco, les hicieron enorme estrago hasta que
pudieron refugiarse en Damasco y su región.

6 En cuanto a los demás habitantes de Betulia, cayeron sobre el
campamento asirio, le saquearon y obtuvieron grandes riquezas.

7 Los israelitas, de vuelta de la matanza, se hicieron dueños del resto;
también los de las aldeas y granjas de la montaña y del llano obtuvieron
gran botín, porque había una abundancia incalculable.

8 El sumo sacerdote Yoyaquim, con el Consejo de Ancianos de Israel
y los habitantes de Jerusalén, vinieron a contemplar los bienes que el Señor
había hecho a Israel, y a ver y saludar a Judit.

9 En llegando a su presencia, todos a una voz la bendijeron diciendo:

«Tú eres la exaltación de Jerusalén, tú el gran orgullo de Israel,
tú la
suprema gloria de nuestra raza.


10 Al hacer todo esto por tu mano has procurado la dicha de Israel y
Dios se ha complacido en lo que has hecho. Bendita seas del Señor
Omnipotente por siglos infinitos.» Y todo el pueblo respondió: «¡Amén!»

11 Todo el pueblo estuvo recogiendo botín del campamento durante
treinta días; dieron a Judit la tienda de Holofernes, con toda su vajilla
de
plata, sus divanes, sus vasijas y todo su mobiliario. Ella lo tomó y lo cargó
sobre su mula, preparó sus carros y los amontonó todo encima.

12 Todas las mujeres de Israel acudieron para verla y la bendecían
danzando en coro. Judit tomaba tirsos con la mano y los distribuía entre las
mujeres que estaban a su lado.