Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jueces 5, 1-12

1 Aquel día, Débora y Baraq, hijo de Abinoam, entonaron este
cántico:

2 Al soltarse en Israel la cabellera, cuando el pueblo se ofrece
voluntario, ¡bendecid a Yahveh!

3 ¡Escuchad, reyes! ¡Prestad oídos, príncipes! yo a Yahveh, yo voy a
cantar. tocaré el salterio para Yahveh, Dios de Israel.

4 Cuando saliste de Seír, Yahveh, cuando avanzaste por los campos de
Edom, tembló la tierra, gotearon los cielos, las nubes en agua se fundieron.

5 Los montes se licuaron delante de Yahveh, el del Sinaí, delante de
Yahveh, el Dios de Israel.

6 En los días de Samgar, hijo de Anat, en los días de Yael, no había
caravanas; los que hollaban calzadas marchaban por senderos desviados,

7 Vacíos en Israel quedaron los poblados, vacíos hasta tu despertar, oh
Débora, hasta tu despertar, oh madre de Israel.

8 Se elegían dioses nuevos; por entonces la guerra en las puertas; ni un
escudo se ve ni una lanza para 40.000 en Israel!

9 Mi corazón con los jefes de Israel, con los voluntarios del pueblo.

¡Bendecid a Yahveh!

10 Los que cabalgáis en blancas asnas, los que os sentáis sobre
tapices, los que vais por el camino, cantad,

11 al clamor de los repartidores junto a los abrevaderos. Allí se cantan
los favores de Yahveh, los favores a sus poblados de Israel.
(Entonces el
pueblo de Yahveh bajó a las puertas).

12 Despierta, Débora, despierta! ¡Despierta, despierta, entona un
cantar! ¡Animo! ¡Arriba, Baraq! ¡Apresa a los que te apresaron, hijo
de
Abinoam!