Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jueces 9, 28-54

28 Entonces Gaal, hijo de Obed, exclamó: «¿Quién es Abimélek y qué
es Siquem para que le sirvamos? ¿por qué el hijo de Yerubbaal y Zebul, su
lugarteniente, no han de servir a la gente de Jamor, padre de Siquem? ¿Por
qué hemos de servirles nosotros?

29 ¡Quién pusiera este pueblo en mis manos! Yo echaría a Abimélek y
le diría: Refuerza tu ejército y sal a la lucha.»

30 Zebul, gobernador de la ciudad, se enteró de la propuesta de Gaal,
hijo de Obed, y montó en cólera.

31 Envió secretamente mensajeros donde Abimélek, para decirle:

«Mira que Gaal, hijo de Obed, con sus hermanos, ha llegado a Siquem
y
están soliviantando a la ciudad contra ti.

32 Por tanto, levántate de noche, tú y la gente que tienes contigo,
y
tiende una emboscada en el campo;

33 por la mañana temprano, en cuanto salga el sol, te levantas y te
lanzas contra la ciudad. Cuando Gaal salga a tu encuentro con su
gente,
harás con él lo que te venga a mano.»

34 Abimélek se levantó de noche con todas las tropas de que disponía
y tendieron una emboscada frente a Siquem, repartidos en cuatro grupos.

35 Cuando Gaal, hijo de Obed, salió y se detuvo a la entrada de la
puerta de la ciudad, Abimélek y la tropa que le acompañaba salieron de su
emboscada.

36 Gaal vio la tropa y dijo a Zebul: «Mira la gente que baja de
las
cumbres de los montes.» Zebul respondió: «Es la sombra de los montes lo
que ves y te parecen hombres.»

37 Gaal volvió a decir: «Mirad la gente que baja del lado del Ombligo
de la Tierra, y otra partida llega por el camino de la Encina de
los
Adivinos.»

38 Zebul le dijo entonces: «¿Qué has hecho de tu boca tú que decías:
“¿Quién es Abimélek para que le sirvamos?” ¿ No es esa la gente que
despreciaste? Sal, pues, ahora y pelea contra ellos.»

39 Gaal salió al frente de los señores de Siquem y presentó batalla a
Abimélek.

40 Abimélek persiguió a Gaal, pero se le escapó; y muchos cayeron
muertos antes de llegar a la puerta.

41 Abimélek habitó en Arumá; y Zebul expulsó a Gaal y a sus
hermanos y no les dejó habitar en Siquem.

42 Al día siguiente el pueblo salió al campo. Se dio aviso de ello
a
Abimélek,

43 que tomó su tropa, la repartió en tres grupos y tendió una
emboscada en el campo. Cuando vio que la gente salía de la ciudad, cayó
sobre ellos y los derrotó.


44 Abimélek y el grupo que estaba con él, atacó y tomó posiciones a
la entrada de la puerta de la ciudad; los otros dos grupos se lanzaron contra
todos los que estaban en el campo y los derrotaron.

45 Todo aquel día estuvo Abimélek atacando a la ciudad. Cuando la
tomó, mató a la población, arrasó la ciudad y la sembró de sal.

46 Al saberlo los vecinos de Migdal Siquem se metieron en la cripta
del templo de El Berit.

47 Se comunicó a Abimélek que todos los señores de Migdal Siquem
estaban juntos;

48 entonces Abimélek subió al monte Salmón, con toda su tropa, y
tomando un hacha en sus manos, cortó una rama de árbol, la alzó y
echándosela al hombro dijo a la tropa que le acompañaba: «Lo que me
habéis visto hacer, deprisa, hacedlo también vosotros.»

49 Y todos sus hombres cortaron cada uno su rama; luego siguieron a
Abimélek, pusieron las ramas sobre la cripta y prendieron fuego a la cripta
con ellos debajo. Así murieron también todos los habitantes de Migdal
Siquem, unos mil hombres y mujeres.

50 Marchó Abimélek contra Tebés, la asedió y tomó.

51 Había en medio de la ciudad una torre fuerte, y en ella se
refugiaron todos los hombres y mujeres, y todos los señores de la ciudad.
Cerraron por dentro y subieron a la terraza de la torre.

52 Abimélek llegó hasta la torre, la atacó y alcanzó la puerta de
la
torre con ánimo de prenderle fuego.

53 Entonces una mujer le arrojó una muela de molino a la cabeza y le
partió el cráneo.

54 El llamó enseguida a su escudero y le dijo: «Desenvaina tu espada
y mátame, para que no digan de mí: Lo ha matado una mujer.» Su escudero
lo atravesó y murió.