Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Levítico 13, 6-21

6 Pasados estos siete días, el sacerdote lo examinará nuevamente: si ve
que la llaga ha perdido su color y no se ha extendido en la piel, el sacerdote
lo declarará puro; no se trata más que de una erupción. Lavará sus vestidos
y quedará puro.

7 Pero si después que el sacerdote le ha examinado y declarado puro,
sigue la erupción extendiéndose por la piel, se presentará de nuevo
al
sacerdote.

8 El sacerdote, al comprobar que la erupción se extiende por la piel, lo
declarará impuro: es un caso de lepra.

9 Cuando en un hombre se manifieste una llaga como de lepra, será
llevado al sacerdote.

10 El sacerdote lo examinará, y si observa un tumor blancuzco en la
piel, el color del pelo mudado en blanco y una úlcera en la hinchazón,

11 se trata de lepra arraigada en su piel; el sacerdote lo declarará
impuro y no le recluirá, porque es impuro.

12 Pero si la lepra se ha extendido por la piel hasta cubrir toda la piel
del enfermo desde la cabeza hasta los pies, en cuanto alcanza a
verlo el
sacerdote,

13 éste lo examinará, y si la lepra ha cubierto toda su carne, declarará
puro al afectado por la llaga: se ha vuelto todo blanco; es puro.

14 Pero cuando se vea en él una úlcera, quedará impuro;

15 en cuanto el sacerdote vea la úlcera, lo declarará impuro. La úlcera
es impura; es un caso de lepra.

16 Pero si la úlcera cambia, volviéndose blanca, el afectado ha de
presentarse al sacerdote.

17 El sacerdote lo examinará, y al ver que la llaga se ha vuelto blanca,
declarará puro al afectado por la enfermedad: es puro.


18 Cuando en la piel de alguno se ha curado un divieso,

19 y en el lugar del divieso aparece un tumor blanco, o una mancha de
color blanco rojizo, ése habrá de presentarse al sacerdote.

20 El sacerdote lo examinará, y si la mancha parece más hundida que
la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Es
llaga de lepra que se ha producido en el divieso.

21 Pero si el sacerdote ve que no hay en ella pelo blanco, ni está más
hundida que la piel, y que ha perdido color, le recluirá por siete días.