Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Levítico 22, 2-18

2 Di a Aarón y a sus hijos que se abstengan de algunas ofrendas
sagradas que los israelitas me consagran, para no profanar mi santo nombre.
Yo, Yahveh.

3 Diles: Cualquier descendiente vuestro, en todas las generaciones,
que, estando impuro, se acerque a las cosas sagradas que los
israelitas
consagran a Yahveh, ése será exterminado de mi presencia. Yo, Yahveh.


4 Ningún descendiente de Aarón, que sea leproso o padezca flujo
comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. El que toque lo que es
impuro por un cadáver, o el que haya tenido un derrame seminal,

5 o el que haya tocado un bicho que le ha hecho impuro o a un hombre
que le ha hecho impuro con cualquier clase de impureza;

6 quien toque estas cosas, quedará impuro hasta la tarde, y no comerá
de las cosas sagradas, sino que lavará su cuerpo con agua;

7 puesto el sol, quedará limpio y podrá luego comer de las cosas
sagradas, pues son su alimento.

8 No comerá animal muerto o destrozado que le haga impuro. Yo,
Yahveh.

9 Que guarden mis observancias, no sea que, cargados así de pecado,
al profanarlas mueran por ello. Yo, Yahveh, el que los santifico.

10 Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del
sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas.

11 Pero si un sacerdote con su dinero compra una persona, ésta podrá
comer de las cosas sagradas; y también el siervo nacido en la casa: ambos
pueden comer del pan del sacerdote.

12 La hija de un sacerdote, casada con un laico, no podrá comer de la
ofrenda reservada de las cosas sagradas.

13 Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin
tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre,
como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él.

14 Quien, por inadvertencia, coma de cosa sagrada, la restituirá al
sacerdote, añadiendo un quinto de más.

15 No profanen, pues, las cosas sagradas de los israelitas, reservadas
para Yahveh,

16 porque al comerlas cargarían con una iniquidad que debe ser
reparada. Yo soy Yahveh, el que los santifico.

17 Yahveh habló a Moisés, diciendo:

18 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles:
Si
alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en
Israel, en
cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda
que como holocausto ofrece a Yahveh