Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 12, 10-26

10 «A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le
perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le
perdonará.

11 Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las
autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o
qué
diréis,

12 porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo
que conviene decir.»

13 Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la
herencia conmigo.»

14 El le respondió: «¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o
repartidor entre vosotros?»

15 Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la
abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.»

16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron
mucho fruto;

17 y pensaba entre sí, diciendo: “¿Qué haré, pues no tengo donde
reunir mi cosecha?”

18 Y dijo: “Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré
otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes,

19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para
muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.”

20 Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el
alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?”

21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a
Dios.»

22 Dijo a sus discípulos: «Por eso os digo: No andéis preocupados por
vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis:

23 porque la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido;


24 fijaos en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni
granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!

25 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe,
añadir un codo a la medida de su vida?

26 Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por
qué
preocuparos de lo demás?