...la Biblia de Jerusalén
Lucas 22, 42-45
42 diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se
haga mi voluntad, sino la tuya.»
43 Entonces, se le apareció un ángel venido del cielo que
le
confortaba.
44 Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo
como gotas espesas de sangre que caían en tierra.
45 Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los
encontró dormidos por la tristeza;