Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 5, 3-14

3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se
alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a
la
muchedumbre.

4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad
vuestras redes para pescar.»

5 Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche
y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.»

6 Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las
redes amenazaban romperse.

7 Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran
en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que
casi se
hundían.

8 Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo:

«Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.»

9 Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él
estaban, a causa de los peces que habían pescado.

10 Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás
pescador de hombres.»

11 Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.

12 Y sucedió que, estando en una ciudad, se presentó un hombre
cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra, y
le rogó
diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.»

13 El extendió la mano, le tocó, y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al
instante le desapareció la lepra.

14 Y él le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: «Vete,
muéstrate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió
Moisés para que les sirva de testimonio.»