7 ¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que
vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene!
8 «Si, pues, tu mano o tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo y
arrójalo de ti; más te vale entrar en la Vida manco o cojo que, con las dos
manos o los dos pies, ser arrojado en el fuego eterno.