Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Romanos 14, 2-17

2 Uno cree poder comer de todo, mientras el débil no come más que
verduras.

3 El que come, no desprecie al que no come; y el que no come,
tampoco juzgue al que come, pues Dios le ha acogido.

4 ¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Que se mantenga en pie
o caiga sólo interesa a su amo; pero quedará en pie, pues poderoso
es el
Señor para sostenerlo.

5 Este da preferencia a un día sobre todo; aquél los considera todos
iguales. ¡Aténgase cada cual a su conciencia!


6 El que se preocupa por los días, lo hace por el Señor; el que come, lo
hace por el Señor, pues da gracias a Dios: y el que no come, lo hace por el
Señor, y da gracias a Dios.

7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco
muere nadie para sí mismo.

8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor
morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos.

9 Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de
muertos y vivos.

10 Pero tú ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú ¿por qué desprecias a
tu hermano? En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal
de
Dios,

11 pues dice la Escritura: = ¡Por mi vida!, = dice el Señor, = que toda
rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios. =

12 Así pues, cada uno de vosotros dará cuenta de sí mismo a Dios.

13 Dejemos, por tanto, de juzgarnos los unos a los otros: juzgad más
bien que no se debe poner tropiezo o escándalo al hermano. -

14 Bien sé, y estoy persuadido de ello en el Señor Jesús, que nada hay
de suyo impuro; a no ser para el que juzga que algo es impuro, para ése si
lo hay -.

15 Ahora bien, si por un alimento tu hermano se entristece, tú no
procedes ya según la caridad. ¡Que por tu comida no destruyas a aquel por
quien murió Cristo!

16 Por tanto, no expongáis a la maledicencia vuestro privilegio.

17 Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y
gozo en el Espíritu Santo.