Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 31, 22-23

22 (23) ¡Y yo que decía en mi inquietud: «Estoy dejado de tus ojos!»
Mas tú oías la voz de mis plegarias, cuando clamaba a ti.

23 (24) Amad a Yahveh, todos sus amigos; a los fieles protege
Yahveh, pero devuelve muy sobrado al que obra por orgullo.