Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 38, 7-18

7 (8) Están mis lomos túmidos de fiebre, nada hay sano ya en mi
carne;

8 (9) entumecido, molido totalmente, me hace rugir la convulsión del
corazón.

9 (10) Señor, todo mi anhelo ante tus ojos, mi gemido no se te oculta

a ti.


10 (11) Me traquetea el corazón, las fuerzas me abandonan, y la luz
misma de mis ojos me falta.

11 (12) Mis amigos y compañeros se partan de mi llaga, mis
allegados a distancia se quedan;

12 (13) y tienden lazos los que buscan mi alma, los que traman mi
mal hablan de ruina, y todo el día andan urdiendo fraudes.

13 (14) Mas yo como un sordo soy, no oigo, como un mudo que no
abre la boca;

14 (15) sí, soy como un hombre que no oye, ni tiene réplica en sus
labios.

15 (16) Que en ti, Yahveh, yo espero, tú responderás, Señor, Dios

mío.

16 (17) He dicho: «! No se rían de mí, no me dominen cuando mi pie

resbale!».

17 (18) Y ahora ya estoy a punto de caída, mi tormento sin cesar está
ante mí.

18 (19) Sí, mi culpa confieso, acongojado estoy por mi pecado.