Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 49, 4-11

4 (5) tiendo mi oído a un proverbio, al son de cítara descubriré mi
enigma.

5 (6) ¿Por qué temer en días de desgracia cuando me cerca la malicia
de los que me hostigan,

6 (7) los que ponen su confianza en su fortuna, y se glorían de su gran
riqueza?


7 (8) ¡Si nadie puede redimirse ni pagar a Dios por su rescate!;
8 (9) es muy cara la redención de su alma, y siempre faltará,

9 (10) para que viva aún y nunca vea la fosa.

10 (11) Se ve, en cambio, fenecer a los sabios, perecer a la par necio y
estúpido, y dejar para otros sus riquezas.

11 (12) Sus tumbas son sus casas para siempre, sus moradas de edad
en edad; ¡y a sus tierras habían puesto sus nombres!