Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 78, 1-18

1 Escucha mi ley, pueblo mío, tiende tu oído a las palabras de mi

boca;


2 voy a abrir mi boca en parábolas, a evocar los misterios del pasado.
3 Lo que hemos oído y que sabemos, lo que nuestros padres nos

contaron,

4 no se lo callaremos a sus hijos, a la futura generación lo contaremos:
Las alabanzas de Yahveh y su poder, las maravillas que hizo;

5 él estableció en Jacob un dictamen, y puso una ley en Israel; El
había mandado a nuestros padres que lo comunicaran a sus hijos,

6 que la generación siguiente lo supiera, los hijos que habían de nacer;
y que éstos se alzaran y se lo contaran a sus hijos,

7 para que pusieran en Dios su confianza, no olvidaran las hazañas de
Dios, y sus mandamientos observaran;

8 para que no fueran, lo mismo que sus padres, una generación rebelde
y revoltosa, generación de corazón voluble y de espíritu desleal a Dios.

9 Los hijos de Efraím, diestros arqueros, retrocedieron el día del
combate;

10 no guardaban la alianza hecha con Dios, rehusaban caminar según
su ley;

11 tenían olvidados sus portentos, las maravillas que él les hizo ver:
12 prodigios hizo a la vista de sus padres en el país de Egipto, en los

campos de Tanis.

13 Hendió la mar y los pasó a través, contuvo las aguas como un
dique;

14 de día los guiaba con la nube, y cada noche con resplandor de
fuego;

15 en el desierto hendió las rocas, los abrevó a raudales sin medida;

16 hizo brotar arroyos de la peña y descender las aguas como ríos.

17 Pero ellos volvían a pecar contra él, a rebelarse contra el Altísimo
en la estepa;

18 a Dios tentaron en su corazón reclamando manjar para su hambre.