Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Santiago 1, 21-25

21 Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid
con docilidad la Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar
vuestras almas.

22 Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla,
engañándoos a vosotros mismos.


23 Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por
obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo:

24 se contempla, pero, en yéndose, se olvida de cómo es.

25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la
libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como
cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz.