Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Tobías 8, 2-6

2 Recordó Tobías las palabras de Rafael y, tomando el hígado y el
corazón del pez de la bolsa donde los tenía, los puso sobre las brasas de los
perfumes.

3 El olor del pez expulsó al demonio que escapó por los aires hacia la
región de Egipto. Fuese Rafael a su alcance, le ató de pies y manos y en un
instante le encadenó.

4 Los padres salieron y cerraron la puerta de la habitación. Entonces
Tobías se levantó del lecho y le dijo: «Levántate, hermana, y oremos
y
pidamos a nuestro Señor que se apiade de nosotros y nos salve.»


5 Ella se levantó y empezaron a suplicar y a pedir el poder quedar a
salvo. Comenzó él diciendo: ¡Bendito seas tú, Dios de nuestros
padres, y
bendito sea tu Nombre por todos los siglos de los siglos! Bendígante
los
cielos, y tu creación entera, por los siglos todos.

6 Tú creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su mujer, para sostén y
ayuda, y para que de ambos proviniera la raza de los hombres. Tú mismo
dijiste: = No es bueno que el hombre se halle solo; hagámosle una ayuda
semejante a él. =