Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Éxodo 34, 8-18

8 Al instante, Moisés cayó en tierra de rodillas y se postró,

9 diciendo: «Si en verdad he hallado gracia a tus ojos, oh Señor,
dígnese mi Señor venir en medio de nosotros, aunque sea un pueblo de dura
cerviz; perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y recíbenos
por
herencia tuya.»

10 Respondió él: «Mira, voy a hacer una alianza; realizaré maravillas
delante de todo tu pueblo, cono nunca se han hecho en toda la tierra ni en
nación alguna; y todo el pueblo que te rodea verá la obra de
Yahveh;
porque he de hacer por medio de ti cosas que causen temor.

11 Observa bien lo que hoy te mando. He aquí que voy a expulsar
delante de ti al amorreo, al cananeo, al hitita, al perizita, al
jivita y al
jebuseo.

12 Guárdate de hacer pacto con los habitantes del país en que vas a
entrar, para que no sean un lazo en medio de ti.

13 Al contrario, destruiréis sus altares, destrozaréis sus estelas y
romperéis sus cipos.

14 No te postrarás ante ningún otro dios, pues Yahveh se llama
Celoso, es un Dios celoso.


15 No hagas pacto con los moradores de aquella tierra, no sea que
cuando se prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten a
ti y tú comas de sus sacrificios;

16 y no sea que tomes sus hijas para tus hijos, y que al prostituirse sus
hijas tras sus dioses, hagan también que tus hijos se prostituyan
tras los
dioses de ellas.

17 No te harás dioses de fundición.

18 Guardarás la fiesta de los Ázimos; siete días comerás ázimos como
te he mandado, al tiempo señalado, esto es, en el mes de Abib, pues en el
mes de Abib saliste de Egipto.