59Y tampoco en este caso coincidía su testimonio. 60Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y poniéndose en medio, preguntó a Jesús: "¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?" 61Pero él seguía callado y no respondía nada. El Sumo Sacerdote le preguntó de nuevo: "¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?" 62Y dijo Jesús: "Sí, yo soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir entre las nubes del cielo." 63El Sumo Sacerdote se rasga las túnicas y dice: "¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? 64Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?" Todos juzgaron que era reo de muerte. 65Algunos se pusieron a escupirle, le cubrían la cara y le daban bofetadas, mientras le decían: "Adivina", y los criados le recibieron a golpes. 66Estando Pedro abajo en el patio, llega una de las criadas del Sumo Sacerdote 67y, al ver a Pedro calentándose, le mira atentamente y le dice: "También tú estabas con Jesús de Nazaret." 68Pero él lo negó: "Ni sé ni entiendo qué dices", y salió afuera, al portal, y cantó un gallo.