30¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!" 31Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: "A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. 32¡El Cristo, el rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos." También le injuriaban los que con él estaban crucificados. 33Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. 34A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: "Eloí, Eloí, ¿lemá sabactaní?", - que quiere decir - "¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?"