Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Apocalipsis 18, 15-24

15 Los mercaderes de estas cosas, los que a costa de ella se habían
enriquecido, se quedarán a distancia horrorizados ante su suplicio, llorando
y lamentándose:

16 «¡Ay, ay, la Gran Ciudad, vestida de lino, púrpura y escarlata,
resplandeciente de oro, piedras preciosas y perlas,

17 que en una hora ha sido arruinada tanta riqueza!» Todos los
capitanes, oficiales de barco y los marineros, y cuantos se ocupan en
trabajos del mar, se quedaron a distancia

18 y gritaban al ver la humareda de sus llamas: «¿Quién como la Gran
Ciudad?»

19 Y echando polvo sobre sus cabezas, gritaban llorando y
lamentándose: «¡Ay, ay, la Gran Ciudad, con cuya opulencia se


enriquecieron cuantos tenían las naves en el mar; que en una hora ha sido
asolada!»

20 Alégrate por ella, cielo, y vosotros, los santos, los apóstoles y los
profetas, porque al condenarla a ella, Dios ha juzgado vuestra causa.

21 Un Ángel poderoso alzó entonces una piedra, como una gran rueda
de molino, y la arrojó al mar diciendo: «Así, de golpe, será
arrojada
Babilonia, la Gran Ciudad, y no aparecerá ya más...»

22 Y la música de los citaristas y cantores, de los flautistas y
trompetas, no se oirá más en ti; artífice de arte alguna no se hallará más en
ti; = la voz de la rueda de molino = no se oirá más en ti;

23 = La luz de la lámpara = no lucirá más en ti; = la voz del novio y
de la novia = no se oirá más en ti. Porque tus mercaderes eran los magnates
de la tierra, porque con tus hechicerías se extraviaron todas las naciones;

24 y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos y de
todos los degollados de la tierra.