Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Baruc 2, 13-27

13 Que tu furor se retire de nosotros, porque hemos quedado bien pocos
entre las naciones en medio de las cuales tú nos dispersaste.

14 Escucha, Señor, nuestra oración y nuestra súplica, líbranos por ti
mismo, y haz que hallemos gracia a los ojos de los que nos deportaron,

15 para que sepa toda la tierra que tú eres el Señor Dios nuestro y que tu
Nombre se invoca sobre Israel y sobre su raza.

16 Mira, Señor, desde tu santa Casa y piensa en nosotros; inclina, Señor, tu
oído y escucha;

17 abre, Señor, tus ojos y mira que no son los muertos en el seol, aquellos
cuyo espíritu fue arrancado de sus entrañas, los que dan gloria y justicia al
Señor,
18 sino el alma comada de aflición, el que camina encorvado y extenuado,

los ojos lánguidos y el alma hambrienta, esos son los que te dan gloria y
justicia,
Señor.


19 No apoyados en las obras justas de nuestros padres y de nuestros reyes
derramamos nuestra súplica de piedad ante tu rostro, oh Señor Dios nuestro.

20 Porque has descargado sobre nosotros tu furor y tu ira, como
habías
hablado por medio de tus siervos los profetas diciendo diciendo:

21 «Así dice el Señor: = Doblegad vuestra espalda, servid al rey de
Babilonia, = y os asentaréis en la tierra que yo di a vuestros padres.

22 Pero si no escucháis la invitación del Señor a servir al rey de Babilonia,
23 = yo haré cesar en las ciudades de Judá y en Jerusalén el
canto de

alegría y el canto de alborozo, el canto del novio y el canto de la novia, y
todo el
país quedará hecho un desierto, sin habitantes.» =

24 Pero nosotros no escuchamos tu invitación de servir al rey de Babilonia,
y tú entonces ha cumplido tus palabras, pronunciadas por medio de tus siervos
los profetas: que los huesos de nuestros reyes y los huesos de
nuestros padres
serían sacados de sus sepulcros.

25 Y he aquí que efectivamente yacen = tirados por el suelo al calor del día
y al frío de la noche; = y ellos murieron en medio en medio de
atroces
sufrimientos,de hambre, de espada y de peste;

26 y la Casa sobre la que se invoca tu Nombre la has reducido al estado en
que se encuentra en este día, a causa de la maldad de la casa de Israel y de la
casa
de Judá.

27 Sin embargo has obrado con nosotros, Señor Dios nuestro, según toda tu
indulgencia y tu gran misericordia,