Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Daniel 2, 30-36

30 A mí, sin que yo posea más sabiduría que cualquier otro ser
viviente, se me ha revelado este misterio con el solo fin de dar a conocer al
rey su interpretación y de que tú conozcas los pensamientos de tu corazón.

31 «Tú, oh rey, has tenido esta visión: una estatua, una enorme
estatua, de extraordinario brillo, de aspecto terrible, se levantaba ante ti.

32 La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de
plata, su vientre y sus lomos de bronce,

33 sus piernas de hierro, sus pies parte de hierro y parte de arcilla.

34 Tú estabas mirando, cuando de pronto una piedra se desprendió, sin
intervención de mano alguna, vino a dar a la estatua en sus pies de hierro y
arcilla, y los pulverizó.

35 Entonces quedó pulverizado todo a la vez: hierro, arcilla, bronce,
plata y oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y el viento se lo
llevó sin dejar rastro. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió
en un gran monte que llenó toda la tierra.

36 Tal fue el sueño: ahora diremos ante el rey su interpretación.